Hace ya unas cuantas semanas tiré de comicteca y me dio por releer este tomo publicado por Norma editorial hace ya unos añitos, pues francamente ya apenas recordaba nada sobre él de cuando lo leí en su día. Y la verdad es que he de reconocer que es una de esas compras que hace uno un poco a ciegas sin saber muy bien en qué te estás gastando los cuartos, pero que finalmente acaban resultando una grata sorpresa.
Freshmen podría definirse como una especie de parodia del género superheroico, un poco a medio camino entre X-men y American Pie. Y es que este cómic traslada a su modo el espíritu de las comedias de adolescentes al mundo de los superhéroes. Por esta razón, no es de extrañar que hace un tiempo circulara la noticia de que iba a contar con una adaptación al mundo del cine, lo cual es una decisión muy acertada viendo el pelotazo en taquilla que han supuesto films como Kick-Ass usando esa comentada mezcla de géneros. ¿Y qué es lo que nos vamos a encontrar en este cómic de Freshmen?. Pues paciencia que enseguida lo vemos.
Lo primero que hay que decir es que los protagonistas de la historia son un grupo de desconocidos entre sí cuyos destinos acabarán unidos debido a un desafortunado accidente. Se trata concretamente un grupo de universitarios (de entre lo peorcito del campus), que se verán afectados por la emisión energética de una explosión producida por un experimento que tiene lugar en el edificio de ciencias, y que les otorgará superpoderes (muchos de ellos sumamente gilipollescos). Lo más curioso de todo esto radica en el hecho de que esos poderes tienen mucho que ver con lo último que estaban haciendo justamente en el preciso instante en el que se produjo la explosión, y siendo casi todos ellos universitarios alocados pues os podéis imaginar…
Inquietantes son a su vez los nombres que adoptarán en base a los poderes que han recibido de esa forma fortuita, entre los que podemos encontrar apelativos tan descacharrantes como Titiritera, Tembleque, Pulgar verde, Seductora, Emborrachador, los Gemelos Melodrama, étc… A colación de todo esto hay que mencionar a uno de los mejores personajes del cómic, concretamente el friki obsesionado con los cómics, y que justamente en el momento de la explosión no estaba por allí cerca, ya que había salido a comer pizza, y por ese motivo no recibió ningún superpoder (ironías de la vida). Será este frikazo del grupo quien alentará al resto a usar esos poderes que han recibido en plan «un gran poder conlleva una gran responsabilidad». A este respecto hay que comentar que al principio los demás se pasarán esta premisa por el forro, pero al final acabarán cogiéndolo el gustillo (y más por las intenciones aviesas del profesor que accidentalmente les otorgó esos poderes por medio de la explosión de aquel experimento fallido). Por tanto, ese personaje del friki hace un poco el papel de «Batman» del grupo, en el sentido de desempeñar un papel importante dentro de un equipo de tíos con poderes sin tener él ninguno.
Todo esto pone las bases de una historia con personajes a cual más hilarante y con situaciones francamente divertidas. Aunque hay que comentar también que no todo será charanga y pandereta, pues tendremos también ciertos momentos un tanto dramáticos por ciertos hechos que acontecen en la historia, porque lo de jugar a ser superhéroe y cabrear a gente chuga no es siempre un camino de rosas. En definitiva, un cómic divertido que parodia de buena manera el género superheroico a través de unos personajes y unas situaciones que nos harán esbozar alguna que otra sonrijuela. Si lo encuentras en tu tienda échatelo un vistazo.
Pues pinta interesante, recuerda un poco a Kick-Ass y en la segunda imagen, el prota me recuerda un monton a Wesley de Wanted.
Sí, el comic está entretenidillo.
Si lo encuentras dalo una oportunidad porque se deja leer