En este blog somos fans de todo lo que acabe en Z, como por ejemplo Bola de Dragón Z, Mazinger Z, los Petas Zetas (de los de sin zetas también) y sobre todo de la Panceta. Debido a ello es normal que estuviéramos más inquietos que una belieber en una subasta del primer tampón de Justin Bieber ante el estreno de Guerra Mundial Z. Algunos diréis que si no estamos ya hasta el ojete de tanto zombie después de habernos leído todos los tomos publicados hasta el momento de The Walking Dead, habernos tragado la serie de televisión y tras toda la filmografía de seres putrefactos que llevamos entre pecho y espalda a lo largo de los años.
Es por ello que el otro día nos presentamos en la sala de cine en plan chulazos y castizos para visionar este film sin haber leído la famosa novela homónima de Max Brooks. El caso es que hemos indagado entre gente que sí ha leído el libro en el que se basa el film y ante la pregunta de si la película era fiel a la novela se nos han quedado mirando de arriba a abajo arrugando el hocico y nos han mandado a tomar por culo con mala leche y a sangre fría…
Y es que al parecer, el libro «World War Z» se presenta como un conjunto de entrevistas a los supervivientes, agrupadas en capítulos presentados cronológicamente, cada uno relativo a una gran época del conflicto, desde la aparición del llamado “paciente cero” hasta el fin de la guerra una década después. De esta forma, si la novela viene a narrar la historia de los cambios geo-políticos religiosos, medioambientales y sociales resultantes de una plaga zombie, el film por su parte viene a ser algo así como una sucesión de escenas de Brad Pitt dándose unas «pechás» inmensas a correr y escapando casi a cada instante de zombies mientras busca una cura para esa plaga.
Ojo, que con ese párrafo anterior no estoy diciendo en ningún momento que Guerra Mundial Z haya sido un film que no me haya agradado. Reconozco que salí del cine bastante contento por lo bien empleado del precio de la entrada (supongo que por el hecho de que como no he leído el libro y no tenía ni zorra de que el film se lo pasa literalmente por el ojete, pues salí tan feliz por haber visto una peli chula de temática zombie). Y qué cojones, tenía ya ganas de ver un largometraje de este género alejado de la serie B chunga, chabacana y «mal hecha que te cagas» con efectos especiales ratoneros y caracterizaciones realizadas con el set de maquillaje de la señorita Pepis. Y es que amigos míos, en Guerra Munial Z se nota que se han dejado los cuartos…
Eso sí, me gustaría advertir a los que acuden a presenciar este tipo de películas con la intención de ver gore, sangre, tripas y zombies desmenbrando o devorando gente que se olviden de esto, pues el film está pensado también para el público adolescente y estando clasificada con un +16 las escenas violentas brillan por su ausencia. Pero esa falta de «carnaza para el público más radical» se ha suplido por unos buenos momentos de tensión y de intriga, viendo a nuestro protagonista pasándolas putas desde el principio del film hasta su final, lo cual imprime un buen ritmo a lo largo del metraje.
Curioso es también el retrato que se nos hace de los zombies de esta cinta (bueno, más bien infectados). Y es que yo siempre he defendido la idea de que no hay nada que dé más acojone que un zombie corriendo detrás de tí a toda ostia con la intención de arrancarte la carne «a bocaos» (tal y como pude confirmar en 28 Días Después). Pues bien, si pensabas que esos infectados eran rápidos no pierdas ripia de los que aparecen en Guerra Mundial Z, pues superan hasta la velocidad de una horda de Marujas entrando a las Rebajas e incluso hacían unas torretas más chulas que las de los castellets.
Así que, querido lector, a la pregunta de si he disfrutado con el visionado de este film te diré que sí, y mucho, pues como fan de la temática zombie me ha resultado una más que decente película del género (aunque los fans más radicales del libro seguramente no estarán muy de acuerdo conmigo). Así que mi consejo es que ignores el hecho de que la película se parezca tanto al libro como Miss Agosto a Chus Lampreave y deja también a un lado la idea de que para tratarse de una peli de zombies haya en ella menos sangre que en la compresa de Bibi Andersen. Ve al cine con la única y sana intención de echar la tarde con un largometraje sobre seres putrefactos y ya verás como te lo pasas pipa…
Jajaja, qué cabronazo eres:
«para tratarse de una peli de zombies haya en ella menos sangre que en la compresa de Bibi Andersen»
jajajajja que punto lo de bibi andersen, no tienes fin srgrifter