¿He sido yo?

Hoy en Cosas de Almu… Cosas de Casa.

¿Quién no ha visto alguna vez esta serie tan estupenda de los 90?. Un éxito televisivo, sólo con oír la cancioncilla todos la recordamos. Y es que a pesar de que han pasado algo más de 20 años aún la siguen reponiendo en la tele (en FDF). Supongo que será porque la gente aún sigue interesanda en ver cómo Steve intenta en vano conquistar a su amada Laura…, una y otra vez. Esos sábados por la mañana, sintonizar Antena3 y allí estaba Urkel con su mítica frase de «¿He sido yo?». Nueve temporadas carga a sus espaldas esta serie, pero sin embargo, hay un misterio digno de ser investigado por Iker Jiménez. Y es que aún sigue en el aire la respuesta a ese misterio y por ello hoy me he animado a compartirlo con vosotros. Una pregunta que seguramente todo el mundo se ha hecho alguna vez: «¿Dónde está la niña pequeña de las coletitas, Judy, que un día desapareció y nadie la echó en falta?».

Así es, la pequeña Judy un día subió las escaleras de la casa Winslow y ya nunca más volvió a bajar. Nadie la echó en falta, ni sus padres ni la gente que veía la serie. Tras cuatro temporadas, Judy desapareció.

La pequeña Judy como todos la recordábamos...

Muchas han sido las especulaciones sobre el paradero de la niña. En Facebook, el grupo «¡Qué saquen ya del sótano a la hija pequeña de Cosas de Casa!« busca la liberación de Judy, que según cuentan podría estar encerrada desde el año 93.

En mi opinión la respuesta es lógica y simple, creo que Carl se la comió.

Pero la realidad es otra muy distinta, pues la madre de Judy pidió más pasta, tras cuatro años trabajando para la serie. Evidentemente no se la dieron…, Judy era secundaria y no hacía gracia, por lo tanto era prescindible. Los guionistas estaban vagos aquel día, y no hubo un final para ella, simplemente desapareció y nadie volvió a hablar de ella.

Tras su desaparición en la serie, intentó comenzar una carrera musical con un grupo, fracaso absoluto. Sus padres gastaron toda la fortuna que había conseguido, y Jaimee Foxworth (su nombre real) hizo lo que toda persona sensata hace cuando está en quiebra y deprimida: abandonarse a las drogas, al alcohol y al porno.

Yo no quiero creerme esta explicación. Seguiré pensando que Carl se comió a aquella niña repelente de coletitas.