Pues hombre, así leído en frío el título de este post muchos podríais llegar a pensar que hoy os vamos a hablar sobre los míticos AC/DC y los más desaboríos seguramente pensaréis que eso de Highway To Hell tiene bastante que ver con todo lo que viene después de cuando uno le pide la mano a su novieta. Pero no queridos amiguitos, ni una cosa ni la otra, pues de lo que queremos hablar hoy no tiene nada que ver con esas movidas, sino que se trata de algo mucho más molón y mucho más inquietante…
Se trata de una novedad comiquera que nos trajeron los muchachos de Panini hará como cosa de un par de meses y que muy seguramente hizo las delicias de todos los fans de los cómics chungos de terror y de ambientación tétrica. Y es que como grandes frikazos de la serie B ratonera que somos los chiquillos de este blog (capaces de tragarnos casi sin apenas pestañear cualquier cosa mierdera que nos pongas ahí a sangre fría), no podíamos perdernos la oportunidad de dejar pasar un cómic con ese título y con esa portada tan molona…
Dos agentes federales, un rastro de cadáveres horriblemente desfigurados y la sombra de un asesino en serie. Mientras una tranquila ciudad estadounidense se hunde en el abismo, el horror se abre camino. Panini Comics se enorgullece en presentar un proyecto nacido de la colaboración del mítico Job Studio, el escritor de televisión Davide «Boosta» Dileo y el guionista estadounidense Victor Gischler.
Si tuviera que definir este cómic diría que se trata de «algo un poco raruno», en el sentido de que empieza por unos derroteros y luego acaba derivando en algo radicalmente distinto. Para que lo entendáis, es algo como lo que ocurría con la peli de Abierto hasta el Amanecer, pues lo que a priori parecía una película sobre un secuestro acababa degerando en un desvaríe (cojonudo) de gore, vampiros y sangre hasta el ojete.
Pues bien, en este cómic ocurre algo parecido, pues lo que empieza con lo que parece el argumento de la típica cinta de serie B tipo slasher, en plan peli de Rob Zombie (donde vemos a dos agentes del FBI que van a investigar lo que parecen ser los horrendos crímenes de un asesino en serie en la famosa Ruta 5), de repente pega un giro radical, a raíz de cuando nuestra dupla protagonista se topa con un individuo tipo «armario empotrao» con un traje blindado la mar de chungo y a partir de aquí el argumento se torna en algo totalmente distinto a lo que uno se esperaba tras los compases iniciales (y hasta ahí puedo leer para no joder la sorpresa a nadie y que no os entren ganas de ostiarme).
Eso sí, a pesar de este giro comentado, la sangre, el gore y la mutilaciones estarán a la orden del día a lo largo de sus páginas, por lo que los fans de este tipo de temática se encontrarán en su salsa. Mención especial para el personaje de Brew, uno de esos polis con malas pulgas, malhablado y chulesco, que intenta bajar las bragas a cualquier tía con las tetas bien puestas. Sin duda alguna, una de las cosas que más me han llamado la atención del cómic es cómo está retratado el carácter de este tipo tan curioso, que a pesar de esa forma de ser tan barriobajera, le une un buen lazo de amistad con su compañero, el agente Mirchandani.
En definitiva, Highway To Hell es un cómic apto para todos los fans de las pelis de serie B, en el que lo más destacable es ese comentado giro de los acontecimientos en los primeros compases de la historia. Sin ser nada del otro mundo entretiene bastante y hace pasar un rato muy ameno, amén de que el dibujo acompaña bastante al tono de la historia, sobre todo esas viñetas que plasman una serie de flashbacks sobre el pasado de algunos personajes, en las que se aprecia un cambio del estilo de dibujo, mucho mas tétrico y realista, que contribuye a aumentar la sensación de terror que se quiere dar con ellas para ahondar en ciertos malos tragos del pasado de algunos de los personajes. Lo dicho, un cómic muy resultón…