Como grandes fans que somos en este blog de la expresión: «¡Mecagüen tus muertos», ni que decir tiene que la primera vez que escuchamos el título de este film nos hizo gracia por el hecho de venirnos a la cabeza esa exclamación que tanto solemos usar. Si a esto le unes que fue uno de los films que se presentó en ese festival que tanto admiramos como es el de Sitges y encima le añades una temática zombie, pues era de suponer que tardáramos menos en visionarlo que lo que duran unas Lays vinagretas en una convención de gordacos.
Pero lo que nos resultó más llamativo es el hecho de que la película sea cubana, porque a nosotros de aquellos lares sólo nos llama la atención el arroz y la inquietante práctica «pornochachil» que lleva ese mismo nombre. Aunque bueno, ahora que lo pienso, recuerdo haber visto hace ya el film titulado Habana Blues, que siendo de esa misma nacionalidad no me desagradó nada de nada. ¿Pero una peli cubana de zombies?. ¿Y encima con un protagonista de estrafalario pelaje?. Pues sí, nos la jugamos con un par…
Sobre su argumento, poco hay que comentar salvo el hecho de que una horda de zombies aparece de forma repentina en las calles de La Habana y empiezan a formar una escabechina con los pobres cubanos ante el pánico y la desesperación de estos. En este contexto se alzará la figura de Juan, un vividor, un jeta de la vida y un truhán, que aprovechará la tesitura para algo muy propio de aquellos lares: buscarse la vida para su propio beneficio (tal y como hizo Dinio con Marujita Díaz, no me jodas…).
Ciertamente el film es todo un canto a la picaresca y ahonda en el hecho de que algunos se sirven de cualquier contexto para salir adelante. A este respecto veremos cómo nuestro protagonista, un anti-héroe en toda regla, y sus mejores amigos (un gordo saliorro, un guaperas con herpes, un travelo de cojones y un gordaco cachas que se desmaya cuando ve sangre), aprovecharán toda esta amenaza para crear un negocio de externinadores de zombies bajo el slogan de: «Juan de los muertos, matamos a sus seres queridos. ¿En qué podemos servirle?». Y es que en una situación así lo normal sería ayudar a los demás a sobrevivir sin más, pero tal y como dice el prota en cierto momento del film en el que le echan en cara su falta de altruismo: «Niña, somos cubanos».
Como nota reseñable hay que destacar también el hecho de que la película está plagada de contenido satírico con respecto a hechos como son la sempiterna tensión entre los EEUU y Cuba y algún que otro momento la mar de irónico con respecto al régimen Castrista, al capitalismo y al imperialismo (y es que aquí «pilla to dios»). A colación de esto, personalmente me quedo con el momentazo en el que los zombies van andando por las calles y uno de los protagonistas dice que lo ve todo «igual que siempre». O la frase que tiene lugar en cierto momento del film en el que se comenta algo tan inquietante como «¡Eres como este país: pasan muchas cosas pero nunca cambias!». Salta a la vista que a lo largo del metraje se lanza alguna que otra púa, que aunque sean en tono de humor ahí quedan patentes…
Lo único cierto es que se trata de un largometraje que trata de explotar a su manera esa mezcla de zombies y de humor que tan bien hizo en su día la genial Zombies Party, la cual dejó el listón demasiado alto. Aún con todo, y teniendo en cuenta el bajo presupuesto del film, hay que reconocer que la peli tiene sus instantes divertidos, entre los que cabe destacar ese tremendo guiño a «300», la escena del baile con uno de los zombies o el «momento Torrente», que sirve como magnífica muestra sobre cómo pasar de lo compasivo a lo irrisorio en unos segundos.
En definitiva, Juan de los muertos es un film aceptable, con momentos divertidos y otras veces un tanto críticos con respecto a la realidad cubana. Todo ello mezclado con unos personajes chabacanos y buscavidas, pero que al final del film se les acaba cogiendo cierto aprecio y hasta caen bien y todo. Además cuenta con el mejor rescate que he visto nunca en un film de este género cuando los protagonistas son rodeados por un grupo de zombies. Así que si eres dado a las películas que mezclan seres putrefactos y humor, creo que es un largometraje al que deberías dar una oportunidad…