Kick-Ass 2 Preludio: Hit-Girl

La verdad es que mi idea era hacer la reseña de este cómic antes del estreno en cines de Kick-Ass 2 con el fin de espolear a la gente a su lectura. Pero como soy un puto manazas más bruto que un «arao» me cargué el ordenador y he estado ausente del mundo bloguero durante casi tres semanas. El caso es que por fin he podido volver a los ruedos de nuevo tras ese período de ausencia, que provocó mareos, vahídos y sofocos entre mis féminas admiradoras. Ahora tan solo espero que este ordenador me dure más que el otro…

Así que como dicen que más vale tarde que nunca, hoy voy a dejar constancia de mi reseña de este cómic por si aún queda algún alma de cántaro que no haya acudido a su sala de cine más cercana a ver la segunda parte de Kick-Ass (o que no haya leído los cómics). A esos pobres diablos les instaré a que se lean antes este tomo, porque hace de puente entre ambas partes (por algo es la precuela de Kick-Ass 2) y deja todo preparadito para un mejor visionado del film o de la lectura del segundo volumen de Kick-Ass.

¡Y qué cojones!. La buena de Hit-Girl se merecía su propia aventura (que, insisto una vez más, enlaza los dos volúmenes de la obra firmada por Mark Millar y John Romita Jr). Y es que tras los sucesos de la primera parte, Mindy McCready intenta llevar la vida convencional de una colegiala, pero su mayor deseo sigue siendo acabar con toda la escoria de Nueva York. Mientras su madre piensa que está haciendo los deberes, en realidad Mindy vuelve a unirse a Kick-Ass, para enseñarle a golpear, disparar y apuñalar… ¡Tal y como a su padre le hubiera gustado! A cambio, Kick-Ass le debe enseñar a sobrevivir en el instituto sin derramar ni una gota de sangre de nadie. Sin duda alguna, no es fácil dejar atrás los viejos hábitos…

Ole qué majos…

Lo cierto es que tras la escabechina que liaron nuestros dos protagonistas en la mafiosa familia Genovese no era de extrañar que hayan cabreado a gente muy chunga que quiere vengarse de ellos. Es aquí cuando entra en escena Ralphie Genovese (el hermano del mafioso al que Kick-Ass y Hit-Girl dieron bien por el culo), quien maneja todo un emporio del crimen desde la cárcel. El caso es que los fans de Hit-Girl se lo pasarán pipa con este tomo, ya que este personaje asume prácticamente todo el protagonismo de la historia mientras Kick-Ass está apartado de la acción debido a una lesión que ha sufrido en la mano. Es por ello que la buena de Mindy se embarcará ella solita en una particular vendetta contra Ralphie Genovese.

No toques los cojones a esta criaja

Paralelamente a esto vemos que en la historia también tendrá su pizquita de protagonismo el bueno de Bruma Roja, quien desolado aún por la muerte de su padre a manos de Kick-Ass se embarcará en una ardua empresa para convertirse en el mayor supervillano de la historia. Y es justamente aquí donde más se nota la impronta «hijoputesca» y gamberraza de Mark Millar con ese peculiar entrenamiento al que se somete (que es una parodia tremenda al de Bruce Wayne en Batman Begins), y que nos deja la moraleja de que convertirse en un supervillano no es tarea fácil y sin duda alguna es mejor hacerlo a golpe de talonario.

Ale, a tomar por culo

Por todo lo comentado, los fans del insigne guionista escocés estarán en su salsa con este tomo, pues la buena de Hit-Girl hará gala de todas las artimañas que le han convertido en una de las niñas más cabronas y chungas del mundo de los cómics y despachará a todos los malosos que por aquí desfilan con la mala leche y las burradas típicas a las que Millar nos tiene acostumbrados no sólo en Kick-Ass, sino en general. Eso por no hablar del rifi-rafe paralelo que Mindy tiene con cierta compi del instituto, que nos dejará clarito que es mejor tener a esta criaja como amiga que como enemiga.

Hit-Girl haciendo cabronadas

En definitiva, Kick-Ass 2 Preludio: Hit-Girl es un cómic que gustará a todos los seguidores de esta criaja, y que hará también las delicias de los más frikazos con un montón de alusiones y referencias frikis a todo ese rollo que se trae Millar con el tema de las identidades secretas y los chistecitos de los superhéroes cuando irrumpen en un sitio para machacar malosos. Por cierto, dibujazo de John Romita Jr, que mira que le tengo ya más visto que la ostia, pero cada vez me gusta más el tío. Así que ya sabes, si aún no has catado Kick-Ass 2 en cómic o en cine no dudes en hacerlo habiendo leído antes este tomo. Y si ya te has deleitado los ojines con ambas partes echa un vistazo a este cómic para que veas lo bien que las enlaza el bueno de Millar.