Durante estos días de vacaciones estoy aprovechando a releer cosillas que tenía por ahí ya casi olvidadas y de las que ya sólo me quedaba un vago recuerdo de cuando lo leí en su día hace ya varios añazos (es lo bueno de este vicio, que puedes volver a degustar el material acumulado cuando quieras). Así que hoy después de comer me he puesto manos a la obra con este cómic de la editorial Top Cow titulado Kin, que fue publicado por estos lares de la mano de Planeta DeAgostini allá por el año 2001.
Realmente me ha agradado volver a sostener entre mis aterciopeladas manos unos cómics en grapa de cuando el papel tenía la suficiente consistencia para que no se quedara como el puto acordeón de María Jesús después de tocar su musicote de los pajaritos a bailar, (tal y como ocurre hoy día con la mierda de papel que pone la editorial Panini en los cómics de 24 páginas, que acabó finalmente por quitarme las ganas de hacerme con material en ese formato después de años comprando grapa). Por eso desde hace ya varios meses sólo compro tomos y reediciones gracias a Panini y a su forma ratonera de publicar.
Kin es una serie limitada de seis números que nos formula la siguiente pregunta: ¿y si los Neanderthales no se hubieran extinguido del todo?. Y es que el planteamiento principal de la serie radica en el hecho de la pervivencia de esta raza hasta la actualidad (escondidos en las costas de Alaska ante los ojos de los que ellos llaman «los delgados»), y dando lugar a una civilización bastante avanzada científicamente y que se encuentra en perfecta armonía con la naturaleza. Como es de suponer, en el instante en que una agencia secreta gubernamental se entera de la existencia de estos individuos y su avanzada tecnología, no será de extrañar que se lance una incursión contra ellos para hacerse con los conocimientos avanzados de esta raza (ya sabéis, el ansia de poder que viene implícita en la naturaleza del Homo sapiens y su afán de acabar con todo lo que es diferente).
A colación de esto hay que comentar que una de las teorías existentes actualmente sobre la desaparición de los Neandertales postula que se extinguieron por culpa del hombre de Cro-magnon, a pesar de que esos Neandertales eran más fuertes e incluso con una mayor cavidad craneal que les dotaba de una mayor inteligencia. Sin embargo, para muchos antropólogos la superior capacidad de socialización y de comunicación del hombre de Cro-magnon (con sus manifestaciones en arte rupestre, joyería, adoración de ídolos, étc…), hicieron surgir en ellos el ansia de «conquista» y de expansión, motivo por el cual acabaron con el hombre de Neanderthal. Sin embargo, otras teorías postulan que fue la mezcla de invidivuos de ambas razas lo que provocó que los genes del Neanderthal se fueran diluyendo y se impusieran finalmente los del hombre de Cro-magnon.
Sea como fuere lo que le ocurrió realmente al hombre de Neanderthal, Kin nos plantea la alternativa de la pervivencia de estos seres hasta la actualidad y nos pone en el pellejo de uno de ellos, el cual ha escapado a esa incursión que los soldados de esa agencia gubernamental han llevado a cabo sobre la antes mencionada «oculta sociedad secreta» que tenía establecida esa raza en las costas de Alaska. En su aventura por tratar de salvar lo que queda de su civilización (y a los otros supervivientes Neanderthales), nuestro protagonista contará con la ayuda de Elizabeth Leakey, (una guarda forestal), y la de Trey Mcaloon, un miembro renegado de esa agencia gubernamental que no ve con buenos ojos todo el daño que se está causando sobre esta raza recién descubierta.
Sin duda alguna, Kin es una muy entretenida historia de agencias secretas dirigidas por gente muy chunga, civilizaciones ocultas y lucha por la supervivencia, avalada por el siempre genial Gary Frank (uno de mis dibujantes preferidos), que hará gala una vez más de su trazo claro y limpio, y sobre todo de su estilo tan bien definido que supone una verdadera delicia visual para el lector. Una historia bastante decente, dotada de un dibujo todavía mejor.