Me imagino que muchos estaréis pensando que lo que me ha inducido a la compra de este tomo ha sido un arrebato «marujil» como el de las señoras esas con rulos que se interesan y cotillean sobre las bodas de los famosos. Pues mira, a lo mejor sí que me ha dado un venazo de ese tipo y me ha entrado el gusanillo por saber cómo fue todo aquello de la boda de Superman, cómo de guapa iba la novia y demás detalles dignos del Sálvame. De todas formas, lo que realmente quería comprobar con su lectura es el hecho de cómo un tío como Superman, que lucha siempre en favor de la libertad se dejara mermar la suya de esta manera.
Ciertamente este héroe ha tenido que encarar grandes peligros a lo largo de su vida, pero parece que hasta él sucumbió al peor de todos: el matrimonio. Quizás fue porque se dejó enganchar a base de bien por una lagarta como Lois Lane, o que aparte de la Kriptonita también es vulnerable al poder de unas tetas. Sea como fuere, tenía curiosidad por leer la mítica historia en la que uno de los héroes más famosos del noveno arte se arruinaba la vida tontamente dejándose llevar al altar.
Merece la pena comentar antes de nada un pequeño detalle como es el hecho de que todo este tema del bodorrio se encuadre en un momento en el que Superman había perdido sus poderes. De ello extraigo la deducción personal de que esto lo hicieron para dar explicación a que en la luna de miel Clark Kent no «tronchara» a Lois Lane, pues ya se sabe que durante esos días es cuando una pareja está más fogosa y pasional, y francamente un Superman en plan berraco puede armar auténticas escabechinas con las féminas humanas.
Suposiciones aparte veremos cómo desde los primeros compases del tomo esta boda llega a raíz de un distanciamiento entre la pareja, que llevará a una posterior reconciliación que les hace darse cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro y que el hecho de casarse no tiene porqué afectar a lo más importante de sus vidas: en el caso de Superman a seguir cumpliendo con sus obligaciones de protector de la humanidad y en el de Lois a continuar con su vida de mujer independiente.
El grueso de la historia se desarrolla en torno a los preparativos del bodorrio y sus respectivas despedidas de soltero por parte de los amigotes. A este respecto diré que los personajes de Marvel Cómics son más catizos y más «echaos p’alante» en lo referente a organizar fiestorros, pues sólo hay que comparar, por ejemplo, la despedida de soltero de Rick Jones (con pelis guarras y striper incluida), con lo pureta y soseras que resulta todo en la del bueno de Clark. Y por supuesto, nuestro héroe tendrá que aguantar también los desplantes del padre de Lois, pues no le ve como la persona adecuada para su hijita. Francamente este señor tendría que dar gracias a la santa paciencia de Clark Kent, porque cualquier otro en su lugar no se contendría de esa forma tan estoica y alguna hostia se acabaría escapando por mucho futuro suegro que sea.
Eso sí, como momentazo más destacable del tomo me quedo con el de Batman dando su bendición a Superman para embarcarse en la aventura del matrimonio, y sobre todo el regalazo de bodas que le hace, con el cual se demuestra una vez más la buena amistad que hay entre estos dos. Curioso y digno de mención me resultó también el desplante que hacen Lois y Clark al pobre Lex Luthor, no por el hecho de no invitarle a la boda (pues al fin y al cabo han sido muchos los rifi-rafes con él). Lo que me resultó de mal gusto por parte de la pareja es el hecho de que Lex mostrará sus respetos a estos dos poniendo a su disposición una lujosa limusina para llevarlos al aeropuerto para irse de luna de miel a Hawai, pero en un alarde de arrogancia cogen y se la desprecian. A lo que voy es que si Lex está dispuesto a olvidar viejas rencillas en un día tan especial para ellos dos…, ¿porqué no aceptan ese gesto de buena fe aunque venga de un cabroncete como Luthor?. Me resultó un feo detalle por parte de los recién casados, joe.
En cuanto a la boda en sí, pues poco que comentar salvo que los novios iban requete-guapos y los invitados también. Todo ello dentro de una ceremonia muy emotiva, con lagrimones incluidos y una feliz pareja en plan tórtolos jurándose amor eterno. Por cierto, buen detalle el de la viñeta en la que podemos distinguir entre los invitados al evento a varios creadores, artistas y editores de las series regulares del personaje, tales como Roger Stern, John Byrne, Stuart Immonen, Jerry Ordway, étc… Y bueno, como detallazo inquietante es el hecho de que el cura que los casa es ni más ni menos que Jerry Siegel (uno de los creadores). En definitiva, un tomo que me ha resultado bastante entretenido de leer para conocer todos los entresijos que hubo en torno a la famosa boda de Superman. Si no lo leíste en su día y te gusta mínimamente el personaje no estaría mal que lo echaras un vistazo aunque sea por simple curiosidad.
y cuenta la noche de bodas?
Pero que mira que sois morbosos.
Pues mira sí…, cuenta cómo Lois Lane saca un consolador de Kriptonita para que al Super no se le vaya la mano y no la atreviese con él… ¬¬
y que más y que más
Pues la arrancó el picardias de un bocao y Lois pudo comprobar in situ que en Clark Kent todo es Super.
Es lo más normal que cuando uno se acerca al altar su pareja le diga que le queda bien el corte de pelo… y que le querría incluso siendo calvo.
Esto define el comic perfectamente y me convence claramente de lo que debo hacer: NO LEERLO.