No es fácil tener secretos cuando tu padre es el mejor detective de Arcópolis. Sin embargo, Aurora se ha ganado un respiro: por fin Haggard West ha decidido tratarla como una adulta y dejarla patrullar sola. Es la oportunidad perfecta para poner en marcha su plan oculto y vengar la muerte de su madre. Conoce la identidad del asesino, pero las causas y las circunstancias del crimen todavía son un gran misterio. Conforme Aurora se adentra en el submundo de los monstruos, se percata de que lo más peligroso no es el asesino que está buscando, sino el secreto que terminará por desvelar. Una verdad estremecedora podría destruir lo que le queda de familia… y a toda la ciudad de Arcópolis.
Vamos a decir esto desde el mismo comienzo: Battling Boy es una de las mejores franquicias de superhéroes que he leído en los últimos años, así que ya os podéis imaginar el ansia viva que me recorría el cuerpo para lanzarme de cabeza a esta nueva entrega de Aurora.
Este tomo es especial por varios motivos, y uno de los más importantes para servidor es el dibujo de David Rubín, el cual vuelve a realizar un trabajo ejemplar, aunando un estilo en ligera tendencia hacia lo caricaturesco con unas escenas de lucha de gran fuerza visual e impactantes diseños de página que obligan a revisar dichas viñetas una y otra vez.
El personaje de Aurora vuelve a ser una figura con una fuerza inusitada y excelentemente bien construido. En todo momento tenemos la certeza de que no se trata de un “monigote más”, sino que es creíble, y eso hace que sigamos los pasos de su investigación con expectación y de paso ser partícipes de su evolución en varias de sus facetas.
Por supuesto, y tras finalizar la lectura de estas nuevas aventuras, no hay signos de agotamiento para este elenco de personajes, con lo que espero nuevos tomitos de esta cabecera que tantas satisfacciones me está dando como lector.
Por Francisco José Arcos Serrano