La instantánea

instantanea_logoComo grandes fans de los ingredientes del Nesquik es normal que todo lo que lleve la palabra instantáneo nos ponga más nerviosos y más inquietos que Pinocho en el programa ese de «El juego de tu vida». Quizás por ello que no hemos perdido ripia de esta novedad de reciente aparición que nos trae esa editorial de la que hasta hace bien poquito un colega mío se pensaba que era un planeta del sistema solar: Planeta DeAgostini.

Sobre su dupla creativa (el guionista Andy Diggle y el dibujante Jock; no confundir a este último con el yop de yoplait), hemos de decir que a poquito frikazo que seas del noveno arte ambos te sonarán por su trabajo en Los Perdedores, que hace unos escasos añitos contó hasta con una adaptación cinematográfica. Así que como ese mencionado cómic no me dejó un mal sabor de boca en su día no dudé en ningún momento en hacerme con este tomo que reseñamos hoy. Se trata de una miniserie de 4 números que están recogidos en este rebonito tomo en blanco y negro (o cómic para colorear, tal y como lo llama nuestro querido redactor Kiko).

Y lo primero que hay que decir sobre él es que el guión surgió originalmente para ser adaptado al cine, pero la cosa no cuajó y el bueno de Diggle, tras una conversación con Jock, decidieron hacer un cómic. Lo presentaron a los jefazos de la editorial Image, no les pareció mala idea y así surgió La instantánea.

Ya verás qué pedazo de ostia te vas a dar

Ya verás qué pedazo de ostia te vas a dar

Ayyyyyy los teléfonos móviles. ¿Y qué os puede contar yo sobre ellos que no sepáis ya, chavales?. Hoy por hoy todo el mundo lleva uno encima y está a la orden del día eso de gilipollear con el Whatsappp y lanzar fotos a tutiplén (fotos que a veces gusta enseñar y otras que son más personales). Pero imaginaros que un buen día vais andando por la calle, os encontráis un móvil, hurgáis en él y os topáis con unas fotos chungas de alguien asesinado. Seguramente pensaríais que su dueño es un puto «tarao» de la vida o que es un puto asesino, ¿verdad?. Pues esta es la tesitura en la que se verá nuestro protagonista, Jake Dobson, un friki de manual que trabaja en una tienda de cómics de San Francisco. El caso es que un buen día se encuentra un móvil perdido y se horroriza al comprobar que está repleto de fotos de crímenes…

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Un pobre hombre hecho un trapo

Ni que decir tiene que nuestro protagonista se verá inmerso en una persecución a muerte por el propietario del teléfono, que quiere recuperarlo a cualquier precio y meter a Jake en una bolsa… muerto. Todo este argumento da lugar a un thriller en el que presenciaremos cómo un pobre chaval que no ha roto un plato en su vida se verá metido de lleno en una peligrosa situación con gente muy chunga pisándole los talones y en la que a veces las cosas no son lo que parecen. Y es que se trata de uno de esos guiones de huidas, persecuciones y tiroteos en los que el protagonista de turno deberá ir siguiendo ciertas pistas para esclarecer la verdad y limpiar su nombre. Además el argumento tiene algún que otro giro que irán complicando cada vez más la trama, todo ello hasta llegar a su desenlace en el que las conspiraciones y los tejemanejes estarán muy presentes.

Corre tonto, que te pilla

Corre tonto, que te pilla

En definitiva, La instantánea es un cómic que si hubiera cuajado como película sería el típico thriller de las sobremesas de Antena3 que ven nuestras mamis tras fregar los cacharros. Un argumento apto para los amantes de este tipo del género negro y una de esas lecturas correctas y entretenidas que al menos mantiene el interés en la historia hasta llegar a su final y conocer cómo acabará todo este «sarao» para nuestro pobre protagonista. Para echar un ratito ahí entretenido, vaya…

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