Hace muchos, muchos años, en un destartalado sótano de la madrileña calle Valverde, un viejo funcionario creó sin saberlo una civilización de fundamentalistas religiosos, recolectores de cacahuetes y nostálgicos de la estufa eléctrica. En medio de este caos de guerras fratricidas e histeria colectiva aterriza un personaje de dudoso origen, achatada figura y pocas trazas de redentor, su nombre es Capitán Torrezno.
Aquí comienza una de las series fundamentales del cómic español del siglo XXI recuperada para la ocasión por parte de Astiberri y lo hace con los dos primeros tomos de esta larga saga de Santiago Valenzuela, cuya primera edición corrió a cargo de De Ponent en los años 2001 y 2003, respectivamente.
Tanto esta primera entrega como la novedad Las aventuras del Capitán Torrezno volumen 7. Anamnesis, estarán disponibles ambas a la vez en librerías, y tendrán continuidad con los volúmenes 2 (Limbo sin fin y Extramuros, con una edición prevista para enero de 2024), 3 (Capital de provincias del dolor y Los años oscuros, mayo de 2024), 4 (Plaza Elíptica, ganadora del Premio Nacional del Cómic 2011, y La estrella de la mañana, septiembre de 2024), 5 (Babel, enero de 2025) y 6 (La última curda, mayo de 2025).
Vamos a intentar contextualizar esta obra: Santiago Valenzuela (San Sebastián, 1971), escritor, ilustrador e historietista, creó al Capitán Torrezno en el fanzine Jarabe Comix en 1995. Decidido a desarrollar su propio universotolkieniano, dotó a su criatura de un entorno y de un largo argumento, y en 2001 publicó Horizontes Lejanos, el primer libro de la saga de Las Aventuras del Capitán Torrezno. Desde entonces ha publicado un total de 8 volúmenes de la saga (aparecidos entre 2001 y 2012). Ha escrito historietas cortas para revistas como Humo, Cretino, Dos veces breve o Tos, y ha publicado libros como El lado amargo (2005), Sociedad limitadísima (2005) o El gabinete del doctor Salgari (2007), a parte de colaborar también con empresas de publicidad y medios de comunicación.
Según su autor, el completo de la obra está bastante planificado a la salvedad de los detalles o decisiones que se puedan tomar sobre la marcha. Lo importante de la cuestión es que Las Aventuras del Capitán Torrezno, cuyo conjunto consta ya de unas mil seiscientas páginas, todo parece estar planificado de antemano.
El primer volumen de esta extensa saga –Horizontes lejanos– expone la premisa de su historia. Un individuo “corriente” –de momento dejémoslo ahí- acaba en un mundo extraño con una cierta imaginería fantástica. Ese personaje es el Capitán Torrezno y aunque no lo parezca, esta no es su primera aventura. El Torrezno acaba en este pecular mundo y pronto se convierte en una suerte de “héroe por accidente”. Sus correrías en este primer volumen terminan por llevarle a Deeneim, una de las ciudades más importantes de este mundo y en la que se centrará la acción del primer ciclo; el tema principal de este girará entorno al épico asedio que sufrirá dicha ciudad y que se desarrollará a partir del segundo volumen.
Pero el primer volumen no es solo una mera introducción. El tercio final del libro nos revela el origen de este extraño mundo, que el avezado lector descubrirá casi antes de llegar a él y que el Torrezno, para divertimento del lector, ignorará todo este tema.
Con Escala Real Hay un evidente cambio en el estilo, partimos de la anterior entrega de uno más expresionista y agresivo con los rayados a uno más asequible para contar una historia que se vuelve cada vez más adulta y reflexiva. Se da el inicio del sitio a la ciudad de Deeneim y los paisajes ganan en profundidad de espacio, creando una sensación de mayor amplitud del universo. Se mantiene la forma cómica y extravagante en las situaciones que se nos plantean, con constante mención a objetos, recuerdos y referencias culturales que a más de uno le sonará.
No voy a engañar a nadie: estamos ante un cómic muy denso, pero igualmente estamos ante una prosa grandilocuente y diálogos brillantísimos con un control casi metronómico del ritmo (vertiginoso pese a la literatura, densa y, por lo que se, esto irá a más y a mayor densidad en futuras entregas).
Estas dos historias combinan aventura, acción bélica e intriga política…y durante este periplo nuestro Torrezno seguirá descubriendo más cosas del mundo en el que vive y Valenzuela seguirá dotando de trasfondo psicológico a este mismo por el camino.
Esta nueva edición por parte de Astiberri es una verdadera pasada. Este recopilatorio incluye nueva portada, un prólogo del crítico Iván Galiano ubicando la serie y un apéndice de 8 páginas a color con las portadas originales y diferente material gráfico de interés que Valenzuela ha rescatado de sus archivos.
A pesar de haberse llevado en 2011 el Premio Nacional de Cómic por su séptima entrega llamada Plaza elíptica, El Capitán Torrezno no acaba de salir de un cierto estatus de obra de culto. Tiene unos lectores muy acérrimos, defensores de la obra y de su autor, pero una repercusión menor entre el global de los lectores habituales de cómic. Será por estar ante un concepto tal vez díficil de explicar, o por que la lectura en algunos tramos es «espesa», pero lo que sí os puedo asegurar es de que la obra merece (y mucho no: muchísimo) la pena.
En definitiva: Para servidor Las aventuras del Capitán Torrezno es un maremagnum conceptual divertidísimo, complejo, filosófico, medieval, castizo, narrativamente hipertrófico y colosal, pero absolutamente adictivo y coherente; Y una última cosa: Una vez se ha comenzado la saga, ya no se puede dejar: es tan rematadamente buena que quedas enganchado sin remedio.
Por Francisco José Arcos Serrano