Os emplazo a rebuscar en mi blog anteriores posts dedicados a esta colección a ver si alguien encuentra alguna palabra negativa sobre esta serie. Es que me parece acojonante cómo en cada nueva entrega el bueno del guionista (Kirkman) consigue mantener siempre el interés y hace que el nivel de la serie no decaiga en ningún momento. La de cantidad de series que empiezan con un arranque prometedor y a los pocos números se desinflan y empiezan a degenerar en auténticas paranoias. Supongo que ahí radica la grandeza de esta colección, en que cada tomo que lees te deja con ganas de más y la espera de la publicación del siguiente se convierte en una fecha que casi podrías llegar a marcar en el calendario (los que aún no han leído este serie y tienen la oportunidad de pillarse los 10 tomos del tirón y leerlos de una tacada, no son conscientes de lo potencialemente afortunados que son). Pasando ya a meternos un poco en este tomo, merece la pena comentar que una vez más el desarrollo de los acontecomientos y desdichas de estos supervivientes le mantiene a uno en vilo en todo momento.
Hay que decir a este respecto que este tomo tiene dos momentos francamente buenos que a mí me han llegado a poner los pelos de punta. Uno de ellos es la escena protagonizada por cierta acción cometida por Maggie (no diré qué es lo que hace para no reventársela a nadie), pero la tensión latente en ese momento por las interacciones de algunos de los protagonistas me pareció la repolla, y puedo decir que ha sido de las mejores escenas que he leído últimamente (al menos la sensación que me dejó tras leerla no me la ha dejado ninguna otra escena que haya leído en los últimos meses). Y por si esto fuera poco, hacia mitad del tomo acontece otro momentazo acojonante, una simple conversación entre el protagonista (Rick) y uno de los nuevos personajes presentados en el tomo anterior (Abraham), con toda esa teoría del «interruptor» que se activa en determinadas personas cuando todo se va a la mierda. Y por si esto fuera poco, hacia final del tomo tenemos otra escena trepidante con uno de esos «rebaños» a los que se aludía en el tomo anterior, y encima se presentará a un nuevo personaje que da bastante malas pulgas. En definitiva, que quien haya tenido las narices de acabarse este post entero y aún no haya leído ningún tomo de esta serie, no sé qué cojones hace que no va a su tienda de comics más cercana y se pilla un par de ellos para comprobar por sí mismo porqué es tan jodidamente buena.