Durante estos últimos días hemos recibido en la sede del blog muchas cartas de lectores que nos ponen de gilipollas para arriba y de lectoras que nos comentan que no nos tocarían ni por Wifi. Pero también hay un pequeño grupo de chavalería que preguntan por mi alto grado de puto vicio con los tomos Marvel Deluxe y solicitan saber si tengo acciones en esta bonita línea editorial o si es que he hecho un voto a la Virgen para pillarme uno de estos tomos cada mes.
Pues ni lo uno ni lo otro, pues no me canso de repetir que me encantan estos tochos en tapa dura y hoy por hoy me parecen el mejor formato para disfrutar de un cómic. Y el último que me he pillado ha sido este tomo de Los Nuevos Vengadores, ya sabéis, aquel grupo de héroes que tras la Civil War quedaron relegados al papel de proscritos y eran perseguidísimos por las autoridades para llevarlos ante la justicia. Y qué coñe, además se trata de una historia que cuenta con la aparición estelar de Stephen Extraño, un personaje al que nunca le he tenido demasiado aprecio pero que empecé a ver con buenos ojines a raíz de leer esa pedazo de historia que es Triunfo y Tormento…
Y es que al bueno del Doctor Extraño (máximo exponente del mundo de la magia y de las artes místicas de Marvel) casi siempre le hemos visto actuar en solitario tratando de evitar que el malvado Dormammu entre en nuestro plano dimensional a liarla parda. Aunque hay que reconocerle también el mérito de que ello no quita que en ciertas ocasiones haya luchado codo con codo con otros personajes de la editorial, tales como los 4F y los Vengatas.
De charla coloquio
Pues bien, como sabréis los que hayáis leído las anteriores entregas, el bueno de Stephen ayudó a estos Nuevos Vengadores a salir de cierto apuro cuando el Encapuchado iba tras ellos, saldándose todo este meollo con la pérdida de su «título» de hechicero supremo. Ahora nuestro mago favorito anda inmerso en la búsqueda del más firme candidato a ostentar ese título de señor de las artes místicas y de ser el poseedor del ojo de Agamotto, y para ello contará con la ayuda de estos Nuevos Vengadores, pues se sienten en deuda con él y querrán devolverle el favor.
Los Nuevos Vengadores enseñando sus culetes
Este argumento da pie a un cómic bastante potable en el que a lo largo de sus páginas veremos desfilar a varios personajes de Marvel con habilidades místicas, tales como Hermano Vudú, Daimon Hellstrom o Wiccan de Los Jóvenes Vengadores. Paralalemamte a esto vemos desarrollarse también un rifi-rafe entre Osborn y Ojo de Halcón (mejor dicho, Ronin), quien se esfuerza en tratar de aparecer ante los medios con la intención de abrir los ojos a la gente con la idea de lo engañada que tiene a la opinión pública el bueno de Norman. Todo ello aderezado con momentos muy divertidos protagonizados por Spiderman, al que veremos cómo le cuesta adaptarse a trabajar en grupo (sobre todo por cosas como tener que desvelar su identidad secreta ante sus compis), o debiendo de saltarse ciertas reglas que ponen a su rígida moral en un brete. Además protagoniza el momento más divertido del tomo cuando Jessica Jones le desvela que estuvo enamorada de él durante su época del instituto, ante la mirada de acojone de Luke Cage.
Spiderman siempre arrimando cebolleta a pibones
En definitiva, Los Nuevos Vengadores: Hechicero Supremo es un entretenido cómic que se deja leer y que nos sirve para saber quién quedó encumbrado por aquel entonces como el nuevo Hechicero Supremo de Marvel tomando el relevo del Doctor Extraño. Además sirve para profundizar en todo aquel tira y afloja entre el puto amo de toda esta etapa de Reinado Oscuro (Norman Osborn) y este grupo de Vengatas que resisten como pueden en una de las épocas más sombrías para los héroes de Marvel. Así que aunque no hayas catado los tomos anteriores no te preocupes, porque se trata de una historia perfectamente entendible y con la que pasarás un rato ameno.