Si hay una línea de cómics que hoy por hoy compro con una sonrisa de oreja a oreja mayor que la de un 15 añero que ve pornacas en la red, esa es la línea Marvel Gold de la editorial Panini. No sólo me tiene encandiladito por su formato y por la calidad del papel, sino por el magnífico material que suele haber en cada una de sus entregas. Y es que cada vez que sale a la venta alguno de estos tomos que recoge material de los Vengadores nunca falto a la cita, y por esa razón el mes pasado cayó en mis manos este magnífico tomo de los Vengatas titulado Por Derecho Divino.
Y es que si hay un nombre que brilla con luz propia ligado a estos personajes, ese es el de Jim Shooter, y por ello cualquier reedición de historias de su etapa en esta colección suele ser una buena y magnífica compra. Ciertamente es una delicia el poder volver a disfrutar de un material como este para cualquier lector al que le atraigan estos personajes (y si al igual que para mí son tu grupo predilecto pues mejor que mejor, pardiez). Yo ya estoy planchando mis mejores galas para la película del año que viene.
Comentando ya un poco lo que nos ofrece este tomo que nos ocupa, hay que decir que recoge uno de los momentazos más conocidos y recordados en la larga historia de este grupo como es el famoso hostión (más laureado que el de Gilda) propinado por Hank Pym a su mujercita Janet, más conocida como La Avispa. Y es que, sin duda alguna, el mayor interés de este tomo radica en todo ese tema de los desequilibrios mentales del Dr. Pym, el consejo de guerra al que es sometido por el resto de sus compañeros y su posterior expulsión del grupo, todo ello como consecuencia de su orgullo, de su comportamiento rastrero para con su esposa y de esos celos que le asaltan cada vez que esta trataba de ayudarle o sacarle de algún apuro y lo único que conseguía era agravar ese comportamiento nefasto de su marido.
A este respesto comentaré que lo que es el comportamiento de Janet durante todo este episodio es ciertamente enervante con esa personalidad de mujer florero que parece el perrillo faldero de su marido, y que da la sensación de que a este sólo le falta limpiarse los mocos con ella. Ciertamente a mí personalmente este comportamiento me sacaba un poco de quicio, pues me recordaba a la forma machista que tenía Stan Lee de retratar a este personaje en los primeros números de los Vengatas, donde Janet era un auténtico estereotipo de mujercita a la sombra del marido con un carácter sumiso, totalmente dependiente de este y que sólo se preocupaba de que no se la descolocara la permanente, no me jodas.
Pero volviendo al personaje de Hank Pym, hay que decir que el gran acierto de Jim Shooter (coño shooter, como el Call of Duty) fue no saturar a los lectores con todo este asunto de la caída en desgracia de este e intercalarlo con otras historias, para no hacer de ello algo pesado o plomizo. Y será justamente en esta parte del tomo donde veremos buenos enfrentamientos del grupo contra amenazas como El Motorista Fantasma o el regreso del Hombre Molécula. Ciertamente el enfrentamiento contra este último me ha resultado bastante entretenido, pues siempre son llamativas estas historias en las que el grupo se enfrenta a una amenaza que les supera. Además aquí tendremos otro momentazo como es el hecho de que la identidades secretas de Iron man y Thor (Tony Stark y Donald Blake respectivamente) quedarán reveladas ante el Capi y Tigra en medio de una refriega contra el Hombre Molécula.
Mención especial merece también la historia con la que se cierra el tomo en la que encontraremos a personajes como Dragón Lunar y Drax el Destructor. Sin duda alguna, se trata de un argumento que personalmente me recordó un poco a toda esa historia de El Escuadrón Supremo en el sentido de hasta qué punto es lícito tratar de crear una sociedad utópica sin dolor ni guerras pero a costa de la manipulación de la mente de las personas y de su capacidad para elegir. Y en cualquier lugar donde la libertad de elección de las personas esté coaccionada, ahí estará el Capi para repartir unas cuantas hostias (y es que no en vano lideró durante la Civil War el bando en contra de la coacción de la libertad de los héroes).
En definitiva, Los Vengadores: Por derecho divino es un tomo que creo que es compra obligada para todos los amantes de estas historias clásicas con sabor añejo que siempre son una delicia poder volver a leer, y que sirven para recordar momentazos míticos de la historia de este grupo. Por cierto, buen dibujo de Bob Hall (muy en la línea de John Buscena), sustituido en algunos números por Alan Weiss, quien hace también una muy buena labor. Si eres fan de los Vengatas y aún no has leído estos números no sé a qué coñe estás esperando, alma de cántaro.