Una semana más volvemos con esta sección de los lunes molones y es un placer anunciaros en primicia que desde que ya no jugamos al puto Fifa de los cojones hemos notado que ya no nos sale espuma por la boca en plan anuncio de esos de Vidal Sasson ni rabiamos como cerdas. Ahora nos hemos viciado con el modo cooperativo en pantalla partida del último Splinter Cell, aunque he de decir que al nunca bien ponderado Kiko con este juego también le tiembla la vena de la frente cuando yo me paso el sigilo por el ojete y me lío a pegar tiros a todo lo que se mueva en plan Don Juan Carlos cazando elefantes.
El caso es que para nuestra última jornada de lunes molón este chaval me tenía preparada una película que tras verla yo sólo puedo preguntarme quién coño es la persona que da luz verde a estas putas mierdas. Se trata de una película titulada 2001 maniacos, un remake del film 2000 maniacos del año 1964. Ahora sé que ese maniaco de más de esta versión moderna es Kiko, por hacerme ver esta puta paranoia…
La verdad es que si uno es un poco friki, mira la portada adjunta y ve eso de que se trata de un largometraje de los creadores de Hostel y Cabin Fever, es normal que los más impresionables se pongan a dar palmas como las focas esas del circo Price cuando hacen alguna gilipollada para deleite del público y el amaestrador les da un pescadito. Además que ver el nombre de Robert Englund en la portada siempre es algo inquietante, y yo personalmente he de decir que no sé si será por la simpatía que le tengo a este menda por aquello de que era el «lagarto bueno de V», pero creo que es lo único salvable de la película.
El argumento nos pone en el pellejo del típico grupo de jóvenes que toman un desvío equivocado y van a parar a un pequeño pueblo habitado por gente muy extraña (rara de cojones diría yo). Este pueblo sureño aparece cada cien años (cosa que sus visitantes no saben) y sus habitantes aprovechan para asesinar de las formas más delirantes posibles a todos aquellos que se equivocan de camino y llegan aquí. Como es de suponer, todo esto sirve de contexto para ser partícipes de una ida de olla tremenda hasta el final del metraje.
Y es que el film no es nada más que un desfile de niños guapitos a los que estás deseando que se los carguen de una puñetera vez por el bien de la humanidad. Eso sí, como buena serie B chunga de flipar, al menos las chavalas son auténticos polvazos andantes, cachondonas hasta la médula y lucen tetamen con orgullo sin hacer ascos al rollo-bollo (para deleite visual del espectador masculino). Así que la película no tiene más que una sucesión de escenas en las que los protagonistas van cascando uno por uno de formas gilipollescas, pero que al menos agradarán en cierta medida a los que esperan esos toques gore representados de manera chabacana en films de este jaez.
Francamente, no sé si el largometraje original de Herschell Gordon Lewis será una ida de olla tan tremenda como esta versión actual, pero lo que tengo claro es que este film me ha dejado menos ganas de acercarme a ella que a un sifilítico meando en los baños públicos del Retiro. En definitiva, 2001 maniacos es la típica película para ver «fumao» con los colegas y que incluso hasta te puede divertir si te la tomas como lo que realmente es: una cutrez para ver tetas y echarte unas risas por lo bestias que pueden ser esos paletos desdentados. Por cierto, me acabo de enterar de que hay una 2ª parte (2001 maniacs: Field of screams). No me cabe duda de que este y yo acabaremos viéndola algún día como buenos gilis que somos…