Otro lunes más en el que nos enfrentamos a la remota posibilidad de que haya una película que nos encandile y nos vuelva a hacer creer en el cine más friki y casposo con el que pasamos nuestros años mozos. Vestidos de gala, el Sr Grifter y yo nos decidimos a visionar una película que tenía en la recámara desde hace unas semanas: Apollo 18. El misterio que esconde la oscuridad del espacio siempre ha atraído a los seres humanos, lo que ha provocado infinidad de películas girando alrededor de los viajes estelares y de lo que posiblemente nos esté esperando más allá de las estrellas. Lo desconocido es una buena base para una película de terror y todos sabemos que el espacio tiene para dar y tomar.
Dirigida por el español Gonzalo-López Gallego, se nos presenta un hipotético documental realizado gracias a una serie de grabaciones conseguidas de un supuesto viaje a la luna en 1974, perteneciente al programa Apollo. Todo el pifostio que se lía allí hará que la NASA cierre para siempre el programa de investigación Lunar y sea una de las razones por las que el hombre no ha vuelto a la luna. Mola, ¿no?.
Pues sí, como ya he comentado, Apollo 18 es un falso documental (mockumentary, como le mola decir a los gafapastas) donde se nos pretende dar como válido un supuesto último viaje del hombre a La Luna. Como sabéis, el último viaje de una nave Apollo (oficialmente, la 17) fue allá por el año 1972. Los demás viajes (Apollo 18, 19 y 20) fueron cancelados oficialmente debido a falta de presupuesto. Pero según el documental, el viaje Apollo 18 llegó a realizarse dos años después enviando una nueva nave con tres tripulantes. El gobierno estadounidense decidirá mantener en secreto toda esta misión, exigiendo a su tripulación mentir a sus propias familiar excusando los días que no iban a estar en casa. La misión parece fácil dentro de la dificultad que este tipo de viajes entrañan: llegar a la luna, recoger muestras, instalar equipo para recoger información, y vuelta a La Tierra. Lo que no saben es que al llegar allí las cosas se pondrán un poco feas…
Los viajes a la luna siempre han dado que hablar a todos aquellos a los que les apasionan las historias conspiranoicas. Que si el primer viaje a La Luna fue todo un montaje para ganar la carrera espacial a los rusos, que si en algunas imágenes tomadas desde la órbita o superficie lunar se ven objetos extraños, etc. Es un tema del que podrían hacerse capítulos infinitos de cuarto milenio (qué cojones, justo ayer el programa de Iker Jímenez fue de eso). Podría decirse que es un tema fácil del que sacar carnaza para el espectador friki, pero qué demonios, que unos astronautas las pasen putas en medio de La Luna nos motiva, y bastante.
El faso documental está bastante logrado para los ojos de unos tíos normales como nosotros. Mirando imágenes por internet, podemos ver que han recreado de forma fantástica el Rover Lunar (el cochechito en el que los astronautas de las última misiones pudieron recorrer kilómetros de la superficie del satélite), los trajes, el módulo lunar, etc. El hecho de que todo parezca creíble es encomiable para el equipo de la película, que supongo que con poco presupuesto han conseguido un buen resultado. Quizás se nota demasiado la falta de pasta en algunos momentos, pero en conjunto da el pego.
Sinceramente, a mi la película me ha gustado, dentro de los límites de lo que puede ofrecer algo de este tipo y sobre todo el escenario en el que está situado. Al ser mucho del metraje grabado cámara en mano, sufriremos de los típicos «volantazos» de cámara donde no podremos ver un carajo, ganando puntos en la sensación de estrés que se nos pretende generar. El director sigue la pauta en películas de este estilo, que es principalmente no enseñar casi nada para que el espectador se introduzca él sólo en la ambientación y poder darle un buen susto en el momento menos esperado. Quizás sea algo lenta en algunos momento y se podría haber buscado mucha más acción o situaciones extremas, pero aún así me ha gustado.
Después de todo este rollo que he soltado te recomiendo que te la veas, y seguro que te quedará en la mente esta pregunta: ¿Quién cojones quiere viajar ahora a La Luna? Mejor a Marte… que hay tías con tres tetas.
Siiii, la peli está chula. Yo también la recomiendo.
Por cierto, ¿no había otra foto de la portada del film menos tiñosa?