Soportando como machotes el pegajoso calor que hace (soy de los pobres que no tienen aire acondicionado), el Sr Grifter y yo volvimos a quedar como todos los lunes para deletiranos con un buen bocata de lomo, una aceitunicas y litros y litros de coca-cola con el noble propósito de echarnos unos Fifetas y vernos otra peli chunga de serie B que seguramente nos pasaría factura en nuestro limitado número de neuronas. No sé que le pasa al bueno del Sr Grifter que últimamente siempre propone películas de estas grabadas cámara en mano, que aunque algunas se salvan de la quema, muchas otras merecen ser escondidas en un agujero profundo de un desierto (como pasó con los cartucho del juego de ET).
Pues sí chavalotes, otra vez que nos hemos tragado una desquiciante película donde los movimientos de cámara parecen hechos por un enfermo de Parkinson o por un pajillero compulsivo. Suponemos que este formato de cine favorece que peña con poco presupuesto se envalentone a hacer un película, pero no siempre el resultado puede llegar al nivel que alcanzó la precursora The Blair Witch Project. La película que con dos pelotas se trajo el Sr Grifter, cual bombero torero, fue Area 407.
El film arranca dentro de lo que espera ser un plácido viaje de avión. Como es de suponer, la cosa se pone tensa cuando el piloto pierde el control del aparato y éste sufre un tremendo accidente que los estrella en un lugar desconocido. Algunos de los tripulantes, sorprendentemente, salen ilesos de la catástrofe, pero no tardarán en darse cuenta que el lugar del accidente esconde algo que los pondrá a todos en peligro.
Una vez más estamos ante un film donde casi no se nos muestra nada debido a la intensa oscuridad del escenario y del incesante movimiento de cámara. Sigo preguntándome, como supongo que harán muchos de los que ven este tipo de cine, cómo es posible correr por tu vida y seguir llevando una puta cámara en la mano. No sé vosotros, pero yo veo lógico que se los meriende cualquier bicho por gilipollas profundos. Si al menos el recurso de la cámara en mano ayudase para meternos unos buenos sustos o para sorprendernos de alguna manera lo vería bien, pero en el caso de Area 407 no sucede nada de esto. De hecho, los momentos en los que se supone que nos debería asustar son tan predecibles y mal hechos que da un poco de lástima.
Si a la triste actuación de algunos de los supervivientes y la repelente voz de una de las niñas (que merecía morir mil veces) le sumamos que éstos son más tontos que Pichote, sintiéndolo mucho Area 407 no se salva de la quema. ¿Cómo es posible que, resguardados en una casa, en plena noche, decidan salir a echar patas? ¿Pero estamos tontos, o qué?
Si habéis llegado hasta aquí supongo que habréis adivinado que Area 407 nos ha parecido un pufo de los buenos. Estoy un poco hasta el innombrable de este tipo de cine que se aprovecha de frikis como nosotros, atraídos como polillas con las esperanzas de ver algo potable y que salgamos con una buena patada en la boca. No la veáis, insensatos.
Pseee, un poco pufo era.
Pero a partir de ahora voy a cambiar de tercio y ya no voy a elegir pelis mierdosas de este jaez.