Bien podría decirse que esto de Atmósfera cero es lo que sucede en la sede de este humilde blog cada vez que nuestro gran redactor Kiko nos deleita con uno de sus famosos pedos. Pero no rebonitos míos, resulta que se trata del título de la última película que este muchacho eligió para nuestra última jornada de lunes friki, en la que una vez más rabió a lo nazi con la partida mierdosa que nos marcamos en el puto Fifa. Yo no digo «ná», pero como este chaval siga poniéndose de esa forma no va a llegar a viejo ni a bailar pasodobles en el Imserso.
El caso es que este tío está ya hasta el mismísimo ojete de pelis mierdosas de serie B chabacana y de películas ultra ratoneras de esas de cámara en mano rodadas por un gilipollas con parkinson. Así que en un alarde torerazo sorprendió a propios y a extraños tirando de clasicote y eligiendo esta película del año 1981 a modo de colofón para nuestra jornada de lunes molón. Según he podido documentarme para muchos es un peliculón, pero yo personalmente daba cabezadas de maruja en la sobremesa y sólo me faltaba el mocarro ese que se hincha y se deshincha.
Atmósfera cero es un largometraje de ciencia-ficción y suspense dirigido por Peter Hyams y protagonizada por ese ídolo de señoras y abuelas que es Sean Connery. Su argumento se ambienta en un mundo futuro, en el que nuestro protagonista (un agente de policía) es enviado a una remota colonia de Júpiter para investigar la sospechosa muerte de tres obreros en una mina. Cuando descubre que han muerto a causa de una droga diseñada para aumentar la productividad se negará a abandonar la investigación aunque su vida corra peligro.
Ainsss, la productividad, ese mal con el que a todos los currelas nos tocan los cojones en el trabajo. En todos lados cuecen jefes gilipollas que piden más y más productividad a la hora, ante lo cual a todos nos dan ganas de decirles: «¡Pero ponte tú a hacerlo gilipollas, a ver si eres capaz de producir todo lo que me estás pidiendo!». Ciertamente este film me ha hecho preguntarme si en un futuro no demasiado lejano nos drogarán como a los pobrecillos de esta cinta para que entre todos levantemos España.
Pero dejando a un lado estas elucubraciones con las que me entran ganas de repartir unas cuantas hostias, he de confesar que a lo mejor con esto que voy a decir a continuación me tachan de hereje, pero tanto al nunca bien ponderado Kiko como a un servidor no nos acabó de convencer este largometraje. Eso sí, al menos la película cuenta con unos más que decentes efectos especiales y una estupenda ambientación claustrofóbica, que acrecenta ese grado de soledad de nuestro protagonista, pues se verá sólo ante el peligro en una ardua tarea en la que apenas contará con el apoyo de nadie para esclarecer cierto turbio asunto.
Quizás influya el hecho de que los muchachos de este blog solemos asociar la palabra ciencia-ficción con monstruitos, alienígenas chungos, robotitos o pistolistas láser. Supongo que por ese motivo este tipo de películas que presentan un enfoque digamos «más realista» de ese género no nos acaban de enganchar y muchas veces acabamos de verla por orgullo o para que no nos digan por la calle: «¡Hey mira, los gilipollas esos que se dejan las películas a medias!».
En definitiva, con esta reseña tampoco quiero decir que Atmósfera cero sea un mal film, es sólo que este tipo de cintas con argumentos detectivescos o policiacos en un marco futurista no nos acaban de engatusar. Nosotros somos más campechanos, más castizos y ante todo frikis mierdosos, razón por la cual hubo ciertos elementos del género que echamos en falta. Pero si tú, querido lector, eres una persona normal y coherente quizás te agrade esta curiosa historia de cómo un buen policía hará todo lo posible para que triunfe la ley en un recóndito lugar, aunque no cuente con la colaboración de nadie.
Es que ciertamente Atmósfera Cero se podría haber ambientado en cualquier cárcel, mina, etc de La Tierra. Lo de que esté en Jupiter sólo sirve para darle un pequeño toque de ciencia ficción, porque el argumento en sí… pse.
HEREJES!
No tenéis en cuenta dos cosas importantes.
La primera es que es un remake de un western “Solo ante el peligro” pero en versión espacial y eso hace que no aparezca un alien.
La segunda es que hablamos de los años ochenta y lo muy limitado que estaba el cine en estas cosas. La forma de hacer y entender cine en esa epoca era muy especial.
La primera frase del Sr Grifter tras ver la película fue «joder, esto es un ‘sólo ante el peligro’ pero en el espacio, no me jodas».
Eso sí, como dice @mechaniloid más abajo, las maquetas cantan mucho, pero son amorosas. Es increíble cómo conseguían esos efectos con cosas hechas a mano y sin nada de retoque gráfico. Y la forma de petar los personajes muy grande, muy al estilo que usaría Desafío Total años después.
Que bonicos eran los efectos especiales de aquella época,con sus maquetillas y muchas ganas.Se echan de menos.De esta película,siempre recordare cuando era pequeño,como peta el tio al principio.
Para petamientos los de la porno del Plus