Lunes molones: Moon

A día de hoy me duele ver que con lo que antaño fue nuestro gran redactor Kiko a la hora de seleccionar películas para nuestras reuniones frikis de los lunes, el tío ha ido involucionando hacia unos derroteros en los que cuando le pregunto por el film que me tiene preparado para echar la tarde, saca a relucir su cara de póker y me pone la primera puta mierda que pilla. Así que imaginaos mi careto cuando me dijo que este lunes íbamos a ver una película titulada Moon, que supongo que se la habría comprado a un chino en una noche loca de porros y desenfreno.

Y ciertamente los primeros instantes de este film me suscitaron unas ganas locas de pegarle un patadón al jodío DVD y mandarlo a tomar por culo a la «moon». Pero en su defensa he de decir que a medida que el largometraje va avanzando, la cosa va pasando de un inicio que suscita más sopor que la calefacción del coche fantástico, a un desarrollo bastante interesante que por lo menos no provoca que uno se ponga ahí a bostezar abriendo la bocaza con unas dimensiones que ni la Yola Berrocal…

Moon es una película británica de ciencia-ficción que tuvo gran éxito en el Festival de Sitges del año 2009. Nos pone en el pellejo de Sam Bell, quien está a punto de terminar su contrato de tres años en la Base Minera Sarang de Lunar Industries Ltd, en la cara oculta de la luna. Aislado de la Tierra, Sam lleva adelante con normalidad su rutina diaria, que consiste en monitorizar las 3 excavadoras-cosechadoras a su cargo, diseñadas para extraer de las rocas lunares el valioso isótopo Helio-3, indispensable para alimentar los reactores de fusión terrestres. Allí la soledad es abrumadora, pero en sólo 2 semanas acabará, y podrá volver a su casa para ver y abrazar a su familia de nuevo. Sin embargo, pronto terminará descubriendo un terrible secreto que oculta esa base, que ha sido su hogar durante 3 largos años.

Nuestra cara jugando a la Xbox

El caso es que quien espere un largometraje de ciencia-ficción con monstruitos, seres extraterrestres o alienígenas chungos más vale que se vaya al campo a coger setas, porque Moon no tiene nada que ver con eso ni por asomo. Se trata de un film que en sus compases iniciales muchos considerarán como «lento», pero que poco a poco va planteando ciertas intrigas en torno al personaje protagonista que van suscitando cierto grado de interés en el espectador. A este respecto hay que destacar la actuación de Sam Rockwell, en quien recae totalmente el peso de la película con una actuación bastante solvente (acompañado por la voz de Kevin Spacey  en la entidad robótica conocida como GERTY).

El prota un poco hasta los cojones

Ciertamente es difícil comentar más cosas de Moon sin desvelar ciertos momentos importantes de la trama en los que ocurren hechos bastante inesperados para el espectador. Pero como en este blog no somos muy dados a meter spoilers, baste con decir que todo ello se va hilando en torno a unos derroteros que le harán a uno reflexionar sobre la naturaleza humana, sus conflictos y el sentido de la existencia.

El prota posando para los cromos de la liga Panini

A decir verdad, cualquiera que lea el párrafo anterior pensará que esto va a ser un dramón existencialista de esos que te dejan tiritando. Pero en su defensa he de insistir una vez más que aunque durante esos instantes iniciales uno se espera un film cargante y pesado, poco a poco la historia se va desarrollando de una forma en la que se abordan esos antes mencionados temas de una manera ciertamente interesante, haciendo de ella una película bastante recomendable incluso para las personas que no somos muy dadas a este tipo de argumentos que buscan provocar momentos de reflexión en el espectador.

El prota en la "operación salida"

En definitiva, Moon es una de esas cintas que son una clara muestra de que para hacer un buen largometraje de ciencia-ficción no es necesario un derroche del copón en cuanto a personajes o efectos especiales. Y es que con una actuación solvente de un único protagonista, un guión muy bien planteado y un escenario claustrofóbico y solitario es suficiente bagaje para realizar una película que tras llegar a su final uno no puede menos que meditar unos instantes sobre la ética de algunos experimentos científicos promovidos por empresas para conseguir beneficios. Echad un vistazo al film y sabréis el porqué…