Creo que ya es oficial que nuestro redactor Kiko ha perdido el norte en lo que se refiere a sus elecciones peliculeras para tragarnos en nuestras tardes frikis de los lunes. Vale que estas películas tienen que venir avaladas por una aureola de cine chungo y casposo que te cagas, pero hacerme tragar un film israelí en versión original subtitulado es ya pasarse de la raya e ir a tocar un poco los cojones, jo. Lo cierto es que entre estas películas y toda la mierda de merendola que comemos en esas tardes frikis no llegaremos a viejos ni por asomo.
Lo que me resultó divertido es el hecho de que el film lleve por título Rabies, pues curiosamente cada vez que perdemos al Fifa y Kiko empieza a echar espuma por la boca le tengo que decir aquella famosa frase de «No rabies». Así que es muy normal que por un momento llegara a pensar que esta película iba a tratar sobre la biografía de este chaval y sus rabietas acojonantes. Al menos eso hubiera sido algo divertido de ver, porque en lo que se refiere a este film acabé un poco hasta los huevos…
El argumento de Rabies arranca cuando un joven y su hermana escapan de casa después de que su oscuro idilio secreto es descubierto. Se refugian temporalmente en una reserva natural desierta. En esos parajes la hermana cae en una trampa de caza, tendida por un asesino psicótico, lo que expone a su hermano a una carrera contra el tiempo para rescatarla. Un guarda forestal y su perro viejo, dos policías apáticos y cuatro jugadores de tenis se verán de buenas a primeras inmersos en todo este «sarao» acojonante que a nosotros nos dejó tiritando cosa mala.
El caso es que todo este meollo sirve para desarrollar un guión que trata de dejarnos la moraleja (atención Kiko) de que no es bueno dejarse llevar por la rabia, porque podemos hacer cosas de las que luego nos podemos arrepentir. Lo que pasa es que en esta película todo esto se hace a través de unas situaciones tan absurdas y unos personajes tan gilipollescos que es difícil poder tomarse en serio ese mensaje que el film pretende transmitir.
Y es que personalmete creo que Rabies es el slasher más raro que he visto en la puta vida, pues mientras el asesino se está echando una siesta acojonante durante todo el metraje, el resto del plantel irán dando rienda suelta a toda esa sarta de paranoias que tienen en sus cabezas con las que es muy normal que acaben liando entre unos y otros las escabechinas que aquí acontecen. Todo ello mientras se tocan de pasada temas tan curiosos como el lesbianismo, la corrupción policial o el abuso de autoridad, los celos, el incesto y yo que sé qué otras muchas soplapolladas más para que todo esto discurra por esos derroteros tan sumamente gilipollescos.
Al menos a nosotros el film nos resultó bastante curioso por el enorme parecido de una de las protagonistas (Ania Bukstein) con Ricky Rubio, que nos hizo estar partiéndonos el ojete todo el rato cada vez que esta tía salía en escena. ¡Ah bueno!, y también destacamos esa acojonante explosión realizada con una tira de petardos que seguramente fueron adquiridos en «los chinos» del barrio del director, la cual Kiko muy acertadamente comparó con las explosiones que salían en Benny Hill.
En definitiva, Rabies es un film soso, aburrido, absurdo, carente de ritmo en algunos momentos, que sin duda alguna entra dentro de las cinco peores películas de lunes molones que hemos tenido el dudoso honor de visionar a lo largo de este año. Nosotros tras acabar de verla colocamos en el DVD una pegata con las letras BIOHAZARD para que ningún conocido se joda las neuronas igual que hicimos nosotros. Si algún colega te la quiere poner huye sin mirar atrás como alma que lleva el diablo…
Y aún encima en israelí XD muchas risas
Es que nos gusta el peligro, ji ji.