Lunes Molones: Shuttle

El jodio vicio al Red Dead Redemption casi hace que se me pase poner la reseña de Los Lunes Molones. Me tiene enganchao el John Marston, y llevo unos días dándole un poco de caña para ver si me lo termino de una vez, que el juego empieza a hacerse largo de  pelotillas (yo y mi manía de pasarme las misiones secundarias y todo lo que ofrezca el juego).

Pues lo dicho, como todos los lunes el Sr Grifter se vino a mi casa vestido con sus sandalias y calcetines y como está siendo habitual también se nos unió Boby (no es el perro de Chicho Terremoto, mal pensaos). Después de jugar a lanzar gapos por mi terraza a ver si dábamos a alguien nos dispusimos a cortarnos las venas jugando al FIFA. Y es que como sabéis, somos más malos que el Gargamel y no pasamos ni de la fase de liguilla. El puto juego se parte el ojete en nuestro jeto.

Después de ser eliminados y de bebernos una litrona de un trago (hemos dejado la Coca-cola porque hemos oido que es mala para la salud y a partir de ahora beberemos cerveza) nos pusimos con la peli que había preparado el Sr Grifter, llama Shuttle. Miedo me daba el nombre…

Shuttle nos pone en el pellejo de un grupo de adolescentes que llegan a horas intempestivas a su ciudad después de un largo viaje de avión. Para llegar a casa deciden coger el transporte público, pero como suele pasar en este tipo de pelis, por el simple hecho de ahorrarse unos euretes decidirán coger otro autobús que no es el regular. Mala idea, porque como podréis suponer, el viaje en autobús se convertirá para ellos en una pesadilla.

Típica cara al ver al Sr Grifter sin pantalones.

Éste es el argumento de Shuttle. No es más que otra teenage movie donde podremos ver cómo unos jóvenes adolescentes con las feromonas disparadas son torturados psicológica y físicamente por un tío loco. La noche que se espera que esté acompañada de sexo, alcohol y algo de drogas se convertirá en una noche que todos ellos querrán olvidar. Quizás éste sea el fallo de la película, ya que se sabe exactamente qué es lo que va a pasar y se intuye en todo momento cómo van a ir cayendo los chavales. El triste argumento se ve compensando durante la primera hora de película con algunos momentos de tensión medianamente conseguidos, pero que no llegan a agobiar al espectador en ningún momento (al menos a mi no).

Pedazo de tampón gasta la piba, ¿no?

Durante el último tramo del film, que dura casi dos horas, se hace demasiado cantoso el hecho de querer alargar la tortura de tal forma que el espectador termina perdiendo un poco el interés por ésta. Si simplemente hubiese durado algo más de una hora Shuttle habría sido una película más que decente, pero el hecho de que dure tanto termina aburriendo.

Tras lo contado supongo que intuyes que ciertamente no aporta nada nuevo, por lo que sólo te la recomiendo si no tienes otra cosa que ver. Eso sí, la película nos deja una clara moraleja: a veces echar un polvo te sale caro (depende de a donde vayas, claro).

Os  pongo el trailer de la película por si estáis interesados: