Un lunes más nos reunimos el Sr Grifter y yo para establecer las prioridades y las guías que debe seguir Vas Tú Listo para llegar a ser el blog de moda. Tras una acalorada disputa, que terminó con uno de los dos sangrando por la nariz, llegamos al acuerdo de que Bianquita debería seguir protagonizando una sección semanal para contentar a toda esa juventud ávida de ver un buen par de perolas, que La Moza de la Semana no tenía sentido hacerla cada mes y que tenemos que fichar a un buen par de monos guionistas que mejoren el nivel cultural del blog.
Mientras mirábamos un book de monos (el Playape) nos acordamos que todos los lunes nos vemos una peli pufazo como castigo divino (es lo que tiene por hacer pactos con el diablo y que la cosa termine mal… pero eso ya lo contaremos otro día), por lo que nos pusimos las vestiduras propias de los lunes (frac, bombín y monóculo) y nos dispusimos a ver lo que había elegido esta vez el Sr Grifter: SPLINTER.
Una pareja feliz de recién casados decide irse el fin de semana de acampada en medio de la nada con el propósito de disfrutar de la naturaleza y de echar un buen polvaco sin cortarse en gritos y gemidos (esto último lo añado yo porque es lo que pensaríamos todos). El pacífico finde (y el polvaco) de nuestros protagonistas se verá truncado cuando se cruzan con una pareja de forajidos que los termina secuestrando en su propio coche. Pero sus problemas sólo harán que comenzar en este punto, ya que cuando deciden parar a repostar en una gasolinera son atacados por una persona que parece contagiada de algún tipo de virus o sustancia.
A partir de este momento veremos una película al uso, donde el grupo termina parapetándose en la gasolinera mientras lo que ronda en el exterior se los quiere comer vivos. Será entonces cuando empezarán a plantear estratagemas para intentar salir airosos de tal marronazo. Como podéis observar por mis palabras el hilo argumental sigue un poco la estela de «Abierto hasta el Amanecer» donde la historia se divide en dos partes, una donde se produce el secuestro y otra donde tienen que enfrentarse a criaturas chungas encerrados en un sitio.
Lo cierto es que el planteamiento de Splinter, aún siendo usado en películas del mismo tipo un millón de veces, no está demasiado mal llevado, siendo claramente la falta de presupuesto lo que castiga duramente al metraje. Y es que se nota cómo las tomas al bicho en cuestión son muy rápidas y cercanas para evitar que te enteres qué pollas estás viendo y no consigas diferenciar la criatura de un mono (y ya de paso no veas que está mal hecho de pelotas). Quizás si el presupuesto del film hubiese sido superior la película habría tenido otro sabor.
Por último, comentar que no nos creímos durante ningún momento que el pringao de la peli estuviese con un pibón semejante y que la moraleja de la película es clara: lleva siempre contigo a un biólogo.
Cito textualmente:
«(…)donde el grupo termina parapetándose en la gasolinera mientras lo que ronda en el exterior se los quiere comer vivos».
La que sí que estaba «para-petarla» y para comérsela viva era la prota.
Estoy de acuerdo en que la mayor parte de ciencia-ficción del film radica en el hecho de qué cojones hacía esa piba con el pringao gafotas del prota.