Tengo temblores cada vez que recuerdo el pasado Lunes Molón. Como sabéis, antes de ponernos a ver la peli que toca solemos echarnos unos vicietes a la consola. Durante los últimos meses le estábamos dando duro a juegos cooperativos, pero con la pasada fiebre de la Eurocopa nos ha vuelto a dar por retomar las partidas del FIFA12, con todo lo que ello conlleva. No hay día en el que el paquete de mi compañero me la líe durante estas partidas, lo que deriva en mi persona echándo espumarajos por la boca y cagándome en los muertos pisoteaos de los cabronazos que han hecho el juego (aún sabiendo que perdemos meramente por nuestro paquetismo). Este pasado fin de semana ya os mostré de qué tipo de pufadas es capaz este hombre y sinceramente, no sé si me apetece seguir jugando con él.
Bueno, después de desahogarme vamos a ponernos al lío con la peli que toca. Para este lunes nos hemos salido un poco por la tangente y en lugar de vernos una peli con tintes terroríficos o frikazos nos hemos decidido por ver una de las propuestas del pasado Festival de Sitges: The Raid Redemption. No es que seamos unos fervientes admiradores de las pelis de ‘ostias como panes’ pero muchos de los medios la ponían tanto por las nubes por su acción desenfrenada que no podíamos dejar de verla. El trailer que vimos en su día mostraba unas pequeñas dosis de lo que podíamos esperar de este título: ostias, ostias y más ostias. Pero bien dadas.
La acción nos traslada a una de la zonas más chungas de Jakarta, capital de Indonesia, donde existe un edificio que sirve de hogar a los peores asesinos de la ciudad. Ni siquiera la policía se atreve a adentrarse en dicha zona, hasta que un grupo de fuerzas especiales decide poner fin al reino de corrupción introduciéndose en él en busca de los cabecillas. Lo que se suponía que sería una incursión rápida en el edificio se transformará en la lucha por la supervivencia de los agentes contra huestes de maleantes, gangsters y asesinos.
Un argumento tan simple sirve de base para una película cargada de artes marciales y ostias a punta pala. Así de simple. Los policías tendrán que abrirse paso como puedan con el objetivo de salir de semejante infierno, un bloque de varios pisos de cuya salida depende su supervivencia. Gareth Evans, director y guionista de la cinta, no se anda con chiquitas y nos tendrá con los ojos como platos durante todo el transcurso del film alucinando de cómo los tipos son capaces de hacer tales virguerías. Y es que no hablamos de ostias sin ton ni son, sino de una coreografía espectacular que quita el aliento del espectador.
Lo que sí es cierto es que yo, al menos, terminé un poco saturado de tanto movimiento. Los mamporros caen a diestro y siniestro y quizás terminan saturando a alguien que no es un fan del género. También hay que decir que los actores deben pertenecer al linaje de algún superguerrero o saiyan, porque a mi por lo menos una sola ostia de las que se dan durante la película me habría dejado más tonto que la duquesa de Alba.
En fin, una cinta que se ha llevado premios a cascoporro y de la que Sony ya plantea un remake a lo americanazo. Desde Vas Tú Listo la recomendamos para todos aquellos que no quieran comerse la cabeza viendo una gafapastada. Aquí sólo hay acción, a saco. Es de esas pelis que te ves en el cine y sales con ganas de dar volteretas y de partirle la cara al primer tonto del culo con el que te encuentres. Por suerte, a los pocos segundos este pensamiento se desvanece y nos damos cuenta que casi todos, con cualquier cabriola de las vistas, terminaríamos con un hueso roto o una cita previa de nuestro dentista favorito.