Muy iluso de mí pensé que para la última reunión friki del 2012 nuestro redactor Kiko tendría preparado un pedazo de film molón que nos hiciera olvidar todos los ratos de pelis mierderas que hemos padecido a lo largo de este año que se nos va (sí, que se nos va cual joven que sale pitando sin mirar atrás cuando su novia le dice que se ha quedado embarazada). Pero no amiguitos, resulta que unos minutos antes de que llegara el momento para ver nuestra peli del lunes coge el tío y me dice: «¡Venga siéntate ahí que te voy a poner la peli!». Y por supuesto una vez más me puso la primera puta mierda que pilló…
El caso es que así a priori el tiburón de la carátula me resultó «salaete», ya que me recordó nuestra época discotequera en la que íbamos detrás de las chavalas ahí con la boca abierta en plan posesos y ellas salían corriendo despavoridas poniendo un rictus similar al de la gachí de la foto. Así que con resignación y con cara de póker nos dispusimos a ver el movidote que este largometraje podía ofrecernos.
Tiburón 3D: La presa nos pone en el pellejo de un grupo de estudiantes universitarios con ganas de aventura y fiesta. Un excitante fin de semana de verano se convertirá en una sangrienta pesadilla cuando se ven sorprendidos por peligrosos tiburones bajo las tranquilas aguas del lago de Louisiana donde se divierten.
Leyendo el argumento no hace falta ser el puto Perry Mason para saber que aquí el grupete de protagonistas son la típica chavalería de niños bonitos que sólo piensan en follar y en darse la juerga padre (aunque no faltará la típica rata de biblioteca que estudia y estudia como un gilipollas mientras sus colegas juegan al Halo4). Pero vamos, que no deja de ser la típica cinta que en cuanto llevas no más de 10 minutos de visionado no puedes menos que pensar que ójala que el tiburón se zampe a todos y libere a este mundo de tanto gilipollas.
El caso es que seguramente a la mayoría de frikis os puede llamar la atención de esta película la idea de que esto va a ser un festival de sangre y gore en donde veremos a tiburones en acción desmembrando a niñatos a tutiplén. Pues bien, a este respecto hay que decir que si te atrae este film por el morbo de querer presenciar una orgía de sangre a lo Piraña 3D más vale que te pires por ahí a coger setas, porque en este largometraje que nos ocupa verás menos sangre que en la menstruación de Bibi Andersen.
Eso por no hablar del comportamiento absurdo de los protagonistas en ciertos momentos que uno no puede menos que pensar que parece mentira que tíos ya con pelos en los huevos sean universitarios y se les pase por la cabeza hacer ciertas cosas. Por cierto, también a lo largo del metraje estará patente la idea de que a veces los propios humanos podemos ser más cabrones que los propios tiburones (sin necesidad de ser políticos o banqueros). Pero vamos, que no hace falta tragarse los 90 minutos del film para saber eso…
En definitiva, Tiburón 3D: La presa es la tipica cinta vista hasta la saciedad en la que un grupo de jóvenes que piensan que van a pasar un finde cojonudo acaban bastante puteados. Un film bastante light sin gore, sin terror, sin tensión y lo que es peor de todo, sin tetas. Y es que a pesar de que hay chavalas la mar de ricas ninguna enseña ni un mísero pezón, pero en cambio los maromazos se pasan toda la película sin camiseta (y por si fuera poco sale un rubiales con el culo al aire, no me jodas). Así que ya sólo por esa mofa, afrenta y escarnio no la recomiendo, ea…