Otra semana más donde el Sr Grifter y un servidor nos hemos juntado para deleitarnos uno al otro con nuestra presencia. Esta vez el muy impresentable ha venido vestido con una camiseta del barça y con una tartera con varios productos típicos catalanes, según él, para celebrar la reciente victoria copera de su equipo de los amores (aunque he de decir que él siempre ha sido colchonero). La tartera tenía algunos productos que a mi me han dejado un poco loco: pan tumaca, unos calzots, butifarra, una foto de Villar y una hucha llena sin agujero. El chico sabe dónde tengo mi punto débil y nos merendamos la comida como unos buenos santos seroñes, porque uno será madridista, pero sabe degustar productos de otras tierras (se trajo un bote de alioli pero no lo comimos dado que no es un producto catalán, por más que ellos crean que sí).
Después de la panzada a comer y de darle la enhorabuena por la victoria culé (tenía los dedos cruzados, por supuesto), nos dispusimos a ver la película apadrinada por el Sr Grifter: Underground (Muerte Bajo Tierra). No sé qué os dirá a vosotros, pero algo que se llama «Muerte Bajo Tierra» no augura demasiada calidad… ¿o quizás esta vez nos habrán sorprendido?
Un grupo de amiguetes se reencuentran después de un tiempo en una fiesta rave, situada en unas instalaciones militares abandonadas. La fiesta se trunca debido a que se genera una pelea y el grupo de protagonitas tendrá que huir para evitar ser apaleado o algo peor. Pero los problemas sólo habrán comenzado, dado que en plena huida se encierran tras un puerta que no es más que la entrada a un búnker militar. La puerta quedará atascada, por lo que tendrán que sumergirse en los misterios que oculta dicha instalación con el propósito de buscar una salida. Lo malo es que no estarán solos…
Como podéis leer de la sinopsis que os he puesto el argumento propuesto para Underground no es que sea muy original. Y la verdad, lo que surge dentro de las instalaciones adolece de la misma falta de imaginación. Un experimento fallido del ejército con el que se pretendía buscar el soldado perfecto degenerará en una nueva raza de bichos con mucha hambre y ganas de devorar a cualquier incauto que se ponga por delante.
Si al menos los bichos, las muertes o los enfrentamientos estuvieran bien hechos podríamos salvar algo de la película, pero sinceramente es un puto bodrio para olvidar. La oscuridad de la que hace gala, en lugar de crear un ambiente asfixiante, genera un desconcierto en el espectador que hace que no se entere ni del nodo. Además debemos añadir las secuencias incongruentes durante las escenas de acción, lo que hace que más de una vez pongamos getos de que no nos estamos enterando de nada de lo que pasa.
Los bichos contra los que se enfrentan los protagonistas son de coña absoluta. Se cepillan de inmediato a los secundarios, mientras que a los personajes principales les raptan y les ponen en un colchón para que descansen (os juro que esto pasa de verdad). Lo único bueno que podemos sacarle es que nos echamos unas risas poniendo parecidos a los protagonistas. Si os da por verla podréis ver a Messi, Fábregas y Piqué siendo desmembrados por seres sedientos de carnaca (algo así como clones de Pepe).
En definitiva, un puto pufo infame que no recomendaría ni a cualquier ferviente seguidor del Barcelona. Ah, por cierto, felicidades por La Copa del Rey.
Ja, ja si es que son «clavaos» los tres, no me jodas…