Tras haber visto recientemente la película de los 4F 2 (a la que dediqué una reseña hace unos días), tenía ganas de leer algo de estos personajes. Así que el otro día me encontré, entre mi flamante comicteca, este título que salió allá por el año 2005. Había leído bastantes malas reseñas sobre este título de MARVEL KNIGHTS dedicado a la primera familia de Marvel, pero tengo que reconocer que la lectura de los cinco primeros números dobles editados por Panini me han resultado bastante decentes (más que decentes diría yo). Como sabéis, dentro del catálogo de Marvel Comics hay varias líneas que engloban diversos títulos (línea Spiderman, línea Mutantes, étc…). Pues bien, Marvel knights es otra línea más dentro de ese catálogo de Marvel comics, en la que se encuadran aquellos títulos con una temática o enfoque más adulto (al menos en principio esa era la idea inicial…). Por tanto dentro de este título tendremos una historia de los 4F un poco más alejada de su tradicional toque fantástico, para situar a esta famosa familia en un enfoque más «realista» (a continuación explicaré por qué).
De esta forma, lo que es el principal hilo argumental de la trama de este título de los 4F será el hecho de que Reed Richards, su esposa & cia, de buenas a primeras, se ven inmersos en una profunda bancarrota. Por una serie de razones se ven privados de todo ese dinero que habían conseguido con las patentes de los inventos de Reed y se quedan en la más absoluta de las crisis financieras. Ni que decir tiene que como consecuencia de esto han de abandonar su hogar en el oneroso edificio BAXTER, tendrán que buscar alojamiento es un pequeño hotel en un barrio poco boyante de la ciudad y además cada uno de los 4F se verá en la obligación de buscar un trabajo «normal» para aportar un sueldo «en casa». La idea es bastante «divertida» y en cierto modo original, ya que estamos acostumbrados a ver a estos personajes como aventureros y exploradores de lo imposible que hacen las veces de superhéroes cuando la tierra los necesita…; pero no estábamos acostumbrados a verles como personas «de a pie» que de pronto se ven en una situación en la que, como cualquier ser humano normal, deben salir a la calle a buscar un trabajo para llegar a fin de mes. De esta forma podremos ver al genial Reed Richards (una de las mentes más privilegiadas y brillantes del planeta) trabajando como un simple informático; o a su esposa Sue dando clases en un colegio privado…; o a la adorable Cosa aprovechando sus potentes músculos trabajando como obrero de la construcción…; o al irresponsable de Johnny, aprovechando sus cualidades flamígeras, buscando trabajo como bombero tras no poder encontrar nada como actor.
En los primeros números de la serie no encontraremos ni una sola pelea ni a ninguno de los típicos supervillanos con los que los 4F se las ven asiduamente. Esos primeros números ahondan en toda esta temática alejada de lo fantástico en la que está muy bien llevado, en mi opinión, el hecho de cómo sería si gente con poderes se vieran en una situación tan peliaguda como ésta. Hay francamente momentos muy divertidos como por ejemplo la forma que tiene Sue de persuadir a sus alumnos más alborotadores para que presten atención en clase o ver a la Cosa (un héroe que ha salvado al mundo en varias ocasiones) ataviado como un simple «currito» de la construcción. Además, dentro de todo este enfoque más «realista», hay momentos bastante emotivos en el comic…; quisiera aprovechar para comentar una escena que me ha parecido bastante buena. Se trata de cuando Reed sale de su trabajo tras cumplir su jornada laboral y va de camino a casa. Le llama la atención un grupo de gente mirando hacia arriba de un edificio donde hay un suicida que está dispuesto a tirarse. Reed aprovecha sus poderes para estirarse y subir donde está esa persona para tratar de disuadirle. Mantienen entre ambos una conversación que le hace descubrir el por qué esa persona quiere acabar con su vida. Ese suicida le cuenta a Reed su trágica historia de cómo su hijo tuvo un accidente con el coche y se mató…; su mujer, tras no poder superar la pérdida, le abandonó…; y como colofón a esta pléyade de tragedias, en una revisión rutinaria le diagnosticaron un cáncer inoperable. Por todos estos motivos esta persona está dispuesto a acabar con su vida, porque tiene miedo a que cuando llegue el momento de su muerte, sea en la más absoluta soledad, sin nadie a su lado en la cama de un hospital. Y es a continuación cuando se nos demuestra la grandeza de Reed (un héroe acostumbrado a salvar vidas, no sólo usando sus poderes sino simplemente dialogando), pues da su palabra a esa persona de que se compromete a que, cuando llegue el momento, estará a su lado para que no abandone este mundo en soledad. Se trata de una escena que me ha parecido bastante emotiva de leer, con los dos personajes dialogando en la cornisa de un rascacielos y mostrándose la comprensión de uno hacia el otro.
Mención aparte para el dibujo de Steve Mcniven (sí…, el dibujante de la ahora tan de moda CIVIL WAR)…; francamente su estilo recuerda (muy mucho) al del magnífico Travis Charest con ese trazo que, como mucha gente dice, está a medio camino entre el realismo y la caricatura. Es un dibujo con un estilo limpio, elegante y francamente espectacular (a mí personalmente me encanta). Francamente los números que están dibujados por él son una delicia…; pero como en esta vida todo lo bueno es efímero, a partir del nº 8 (USA) nos dan el cambiazo por un tal Jim Muniz y la cosa pierde por todos lados. Además que este dibujante trata de imitar el estilo de su predecesor y no le llega ni a la suela de los zapatos. Incluso a partir de ese número el argumento decae también muchos enteros con respecto a los primeros números y la cosa empieza a flojear bastante. En cualquier caso recomiendo la lectura de, al menos, los 8 primeros números (es decir, hasta el 4º número de la edición española, ya que son números dobles), porque son una delicia tanto a nivel de dibujo y de argumento.
Puntuación: 7/10 (le merma la nota el bajón a nivel de guión y dibujo a partir del número comentado antes)
En los primeros números de la serie no encontraremos ni una sola pelea ni a ninguno de los típicos supervillanos con los que los 4F se las ven asiduamente. Esos primeros números ahondan en toda esta temática alejada de lo fantástico en la que está muy bien llevado, en mi opinión, el hecho de cómo sería si gente con poderes se vieran en una situación tan peliaguda como ésta. Hay francamente momentos muy divertidos como por ejemplo la forma que tiene Sue de persuadir a sus alumnos más alborotadores para que presten atención en clase o ver a la Cosa (un héroe que ha salvado al mundo en varias ocasiones) ataviado como un simple «currito» de la construcción. Además, dentro de todo este enfoque más «realista», hay momentos bastante emotivos en el comic…; quisiera aprovechar para comentar una escena que me ha parecido bastante buena. Se trata de cuando Reed sale de su trabajo tras cumplir su jornada laboral y va de camino a casa. Le llama la atención un grupo de gente mirando hacia arriba de un edificio donde hay un suicida que está dispuesto a tirarse. Reed aprovecha sus poderes para estirarse y subir donde está esa persona para tratar de disuadirle. Mantienen entre ambos una conversación que le hace descubrir el por qué esa persona quiere acabar con su vida. Ese suicida le cuenta a Reed su trágica historia de cómo su hijo tuvo un accidente con el coche y se mató…; su mujer, tras no poder superar la pérdida, le abandonó…; y como colofón a esta pléyade de tragedias, en una revisión rutinaria le diagnosticaron un cáncer inoperable. Por todos estos motivos esta persona está dispuesto a acabar con su vida, porque tiene miedo a que cuando llegue el momento de su muerte, sea en la más absoluta soledad, sin nadie a su lado en la cama de un hospital. Y es a continuación cuando se nos demuestra la grandeza de Reed (un héroe acostumbrado a salvar vidas, no sólo usando sus poderes sino simplemente dialogando), pues da su palabra a esa persona de que se compromete a que, cuando llegue el momento, estará a su lado para que no abandone este mundo en soledad. Se trata de una escena que me ha parecido bastante emotiva de leer, con los dos personajes dialogando en la cornisa de un rascacielos y mostrándose la comprensión de uno hacia el otro.
Mención aparte para el dibujo de Steve Mcniven (sí…, el dibujante de la ahora tan de moda CIVIL WAR)…; francamente su estilo recuerda (muy mucho) al del magnífico Travis Charest con ese trazo que, como mucha gente dice, está a medio camino entre el realismo y la caricatura. Es un dibujo con un estilo limpio, elegante y francamente espectacular (a mí personalmente me encanta). Francamente los números que están dibujados por él son una delicia…; pero como en esta vida todo lo bueno es efímero, a partir del nº 8 (USA) nos dan el cambiazo por un tal Jim Muniz y la cosa pierde por todos lados. Además que este dibujante trata de imitar el estilo de su predecesor y no le llega ni a la suela de los zapatos. Incluso a partir de ese número el argumento decae también muchos enteros con respecto a los primeros números y la cosa empieza a flojear bastante. En cualquier caso recomiendo la lectura de, al menos, los 8 primeros números (es decir, hasta el 4º número de la edición española, ya que son números dobles), porque son una delicia tanto a nivel de dibujo y de argumento.
Puntuación: 7/10 (le merma la nota el bajón a nivel de guión y dibujo a partir del número comentado antes)