Durante estos bonitos días de vacaciones estoy aprovechando a ordenar y a limpiar alguno de los armaritos en los que tengo guardados cómics. Joé, ayer vacié solamente uno de ellos (los cómics de ese armario forman nada mas que una mínima parte de todos los que tengo), y me salió ahí una cacho torreta de cómics que me asusté hasta yo. Anda que, si un día me da por amontonar todos los que tengo me puede salir un cacho torretón más grande que el Pirulí, no me jodas. Lo que me gusta de reordenar mis armarios es que me encuentro con material que leí en su día y que me apetece releer, que fue precisamente lo que me pasó ayer con esta miniserie a la que dedico el post de hoy. Ya la degusté en su día, cuando fue publicada allá por el año 2005, pero ayer no pude resistirme a volver a echarla un vistazo. Y es que como ya he comentado muchas veces en mi blog, soy un acérrimo seguidor de todo lo que guioniza Millar, a pesar de que a veces abuse de personajes con aires chulescos, malhablados y cercanos al «hijoputismo».
Hay que reconocer que Millar sabe poner al arácnido en grandes apuros en esta historia, explotando la idea que más teme el bueno de Parker: que alguien descubra su identidad secreta y lo aproveche para putearle a través de uno de sus seres más queridos.
Un hecho relevante que hay que comentar de esta miniserie es su parecido con otra de DC titulada Batman: Silencio, en la que el hilo argumental de la historia sirve de excusa para que a lo largo de ella vayan desfilando casi la totalidad de la galería de enemigos del personaje protagonista. Y hay que reconocer que Millar desarrolla esta idea a lo grande, pues echa mano de viejos villanos, los renueva de forma original haciéndolos actuales y temibles, e inspirando verdadero miedo algunos de ellos con su nuevo aspecto más terrorífico y sin lugar para las ridiculizaciones.
En definitiva, una historia muy recomendable en la que acompañaremos a un Spidey totalmente desesperado en la ardua tarea de averiguar quién ha secuestrado a su tía May para putearle y hacerle sufrir hasta la saciedad. Tan desesperado llegará a estar el pobre Peter que tendrá que recurrir a la ayuda de viejos amigos y enemigos para encontrar alguna pista que le ayude a encontrar al culpable. Comentaré por último que aparte del argumento de un crack como es Millar, contaremos en la historia con los dibujos del genial Terry Dodson (sustituido en algunos números por Frank Cho, que no sólo mantiene el nivel de la serie sino que hasta lo elevaen algunas viñetas).
En definitiva, una historia muy recomendable en la que acompañaremos a un Spidey totalmente desesperado en la ardua tarea de averiguar quién ha secuestrado a su tía May para putearle y hacerle sufrir hasta la saciedad. Tan desesperado llegará a estar el pobre Peter que tendrá que recurrir a la ayuda de viejos amigos y enemigos para encontrar alguna pista que le ayude a encontrar al culpable. Comentaré por último que aparte del argumento de un crack como es Millar, contaremos en la historia con los dibujos del genial Terry Dodson (sustituido en algunos números por Frank Cho, que no sólo mantiene el nivel de la serie sino que hasta lo elevaen algunas viñetas).