Pues en vista del éxito que ha causado este post de los lagrimonacos y los dramones (a la gente es que le gustan muchos las penas y tal), voy a dedicar otro a una escena que también hizo que se me empañaran los ojines en su día. El otro día os hablé de ese magnífico juego llamado Metal Gear Solid, que cuando salió la primera parte de esta saga para la Playstation fue todo un bombazo y causó sensación. Se trataba de un magnífico juego donde la infiltración y el sigilo era la clave, y del que destacaba sobre todo ese magnífico doblaje que te hacía meterte en el juego y en la historia a más no poder (actualmente hay infinidad de juegos que lo han dejado ya obsoleto, pero yo siempre diré que este ha sido uno de los videojuegos con los que mejor me lo he pasado y más he disfrutado).
Retomando el hilo del post, Metal Gear tenía otra escenita que cuando la vi me dejó más emocionado y con los ojines más empañados que si me hubieran pegado un balonazo en los huevos. Os digo lo mismo que en el otro post…, que así vista en frío y sin saber de qué coño va la vaina pues lo mismo no os dice mucho, pero viéndola metido en el argumento del juego es mítica. ¡Qué gran juego anti-belicista y qué gran escena!.
Retomando el hilo del post, Metal Gear tenía otra escenita que cuando la vi me dejó más emocionado y con los ojines más empañados que si me hubieran pegado un balonazo en los huevos. Os digo lo mismo que en el otro post…, que así vista en frío y sin saber de qué coño va la vaina pues lo mismo no os dice mucho, pero viéndola metido en el argumento del juego es mítica. ¡Qué gran juego anti-belicista y qué gran escena!.
Na, me mola mas el otro dramon…
Qué sangre fría, coñe