Masacre: La guerra de Wade Wilson

Parece mentira que hace unos años el bueno de Masacre fuera un personaje que me causaba indiferencia y hoy por hoy se haya ganado todo mi aprecio (por esa razón actualmente suelo hacerme  con casi todo lo que se publica de él). La última de mis adquisiciones fue este tomo publicado el mes pasado, cuyo título es clara referencia al film protagonizado por Tom Hanks llamado La Guerra de Charlie Wilson.

Se trata de una miniserie de 4 números recopilada en este tomo dentro de la línea 100% Marvel, en el que acompañaremos a nuestro mercenario bocazas favorito en una de sus sempiternas alocadas historias a las que ya nos tiene tan acostumbrados (todo ello dentro del caótico mundillo en el que se mueve siempre nuestro querido Masacre). La historia arranca con una bestial escena acontecida en México y en la que resultan muertos un gran número de civiles, miembros de unos cárteles de la droga, mercenarios y demás gentío, quedando únicamente Masacre como superviviente de todo este espectáculo dantesco y sobrecogedor. Como nuestro protagonista ha de dar muchas explicaciones al respecto, no será extraño que sea llamado a comparecer ante el Senado para declarar sobre su versión de los hechos. Como ya he comentado en otras ocaciones, da igual donde Masacre vaya, pues por serio e intimidatorio que sea el contexto donde se encuentra nunca perderá su peculiar sentido del humor y sus vaciles varios ante el respetable.

Es justamente a partir de aquí cuando a raíz de las explicaciones de nuestro protagonista, la historia ahonda en toda una serie de traiciones gubernamentales,  misiones encubiertas de grupos ultrasecretos y trapos sucios del gobierno de los Estados Unidos. En ello tendrá mucho que ver el peculiar equipo de mercenarios del que forma parte Wade Wilson junto a otros personajes de su misma calaña  tales como son Bullseye, Dominó y Silver Sable, realizándose a su vez un repaso a misiones anteriores del grupo (como por ejemplo la que tuvo lugar en Nicaragua), a modo de prólogo para entender mejor toda esa escabechina que aconteció en México y de la que Masacre tiene tanto que explicar.

Quizás lo más inquietante del tomo es el hecho de que se juega un poco al despiste sobre si las declaraciones de Wade Wilson son realmente ciertas o si no son más que paranoias de su mente enferma. Aún con todo no ha sido una historia que a mí personalmente me haya encandilado tanto como otras que he leído protagonizadas por él recientemente, pues francamente he de reconocer que disfruté más con la lectura del tomo de El mercenario zombie. Supongo que se trata de una lectura recomendada exclusivamente para incondicionales del personaje y que si decides no leer tampoco es que te estés perdiendo una joya del noveno arte. Por último, merece la pena destacar el dibujo de Jason Pearson, con su estilo espectacular y limpio y del que oiréis decir que tiene influencias tan variadas que provienen tanto del manga como del diseño gráfico. Lo dicho, un tomo con una historia normalucha recomendada para fans acérrimos del personaje.