Ya comenté hace poco en otro post de hace unos días que desde que me he pillado el ordenador nuevo de sobremesa me ha vuelto el gusanillo por los juegos de Pc. Mi colega Kiko y yo hemos sido de siempre unos apasionados del género de los videojuegos conocido con el nombre de Aventura Gráfica. Desde nuestro primeros escarceos con los primeros PC’s (cuando empezábamos en este mundillo con los 486 y los primeros Pentium), siempre manifestamos una tendencia natural hacia los videojuegos de este tipo. Menudas tardes de vicio nos pasamos jugando a clásicos del género como «Indiana Jones y el destino de Atlantis», «El día del tentáculo», «Simon the sorcerer», «Sam & Max hit the road» y muchísimas más… Así que en mi visita de hace unas semanas al FNAC a mirar jueguecillos para PC, no podía dejar pasar por alto la oportunidad de hacerme con alguna aventura gráfica actual en homenaje a aquellos tiempos de vicio de Kiko y mío a este tipo de juegos.
Le pregunté al dependiente que me asesorara (ya que no estoy puesto el día en lo referente a juegos de PC) y me recomendó esta aventura titulada Mata Hari. Como todos sabéis, este personaje tuvo gran importancia a principios del siglo XX, durante el desarrollo de la gran guerra que tuvo lugar en Europa por aquel entonces. Fue una de las más conocidas espías internacionales, que supo explotar su habilidad de seducción para jugar a varias bandas en medio del conflicto, antes de que la atrapasen y la condenasen al pelotón de fusilamiento.
Ayer estuve probándolo, y tengo que reconocer que aunque al principio no me dio muy buenas sensaciones, a medida que avanza la trama el juego te va enganchando poco a poco. Y es que se trata de una aventura gráfica digamos muy «conversacional», donde los diálogos con los diferentes personajes desempeñan un papel muy importante para poder ir avanzando en el juego. Y he de decir que aunque al principio este hecho me tiraba un poco para atrás, por tener que estar tragándome todas las conversaciones con los distintos personajes que nos vamos encontrando, he de reconocer que a medida que avanza la trama se va volviendo más interesante, por lo que el tema de esas pedazo de charlas no se hace tan tedioso como una piensa en un primer momento. Además que se trata de una aventura gráfica con un grado de dificultad no demasiado elevado, ya que no tiene nada que ver con otro títulos de ese género donde uno se puede atascar en un momento determinado cuando llevas decenas de objetos en el inventario y has de saber cómo combinar distintos objetos entre sí (a veces de forma inverosímil) para luego hacer probaturas y ver en qué momento exacto encaja la utilidad de ese nuevo objeto. En Mata Hari nos encontraremos que todo esto no es problema, ya que por lo que he jugado hasta el momento, son pocos los objetos que llevamos y además no hay necesidad de combinar unos con otros y saber dónde coñe usar ese nuevo objeto resultante de la combinación de otros dos. Y me alegro de que sea así, porque si hoy en día diese con una aventura gráfica complicada (como alguna de las que jugué antaño) creo que la dejaría de lado en cuanto me quedara atascado en algún sitio donde no saber cómo continuar, porque con la de juegos chulos que tengo en la Xbox, no tengo necesidad de volverme gilipollas por una puta aventura gráfica. Así que como de momento el juego de Mata Hari no proporciona mucho quebraderos de cabeza a la hora de avanzar en la aventura, seguiré inmerso en él para llevar a buen puerto las pesquisas de esta buena moza como espía y bailarina exótica.
En definitva, se trata para mi humilde gusto de una divertida aventura con argumento bastante interesante, con un magnífico doblaje al castellano y una amplia variedad de situaciones y minijuegos (yo personalmente me estoy divirtiendo mucho jugándola, y sobre todo me recuerda mis tiempos mozos como «aventurero gráfico»).
Ayer estuve probándolo, y tengo que reconocer que aunque al principio no me dio muy buenas sensaciones, a medida que avanza la trama el juego te va enganchando poco a poco. Y es que se trata de una aventura gráfica digamos muy «conversacional», donde los diálogos con los diferentes personajes desempeñan un papel muy importante para poder ir avanzando en el juego. Y he de decir que aunque al principio este hecho me tiraba un poco para atrás, por tener que estar tragándome todas las conversaciones con los distintos personajes que nos vamos encontrando, he de reconocer que a medida que avanza la trama se va volviendo más interesante, por lo que el tema de esas pedazo de charlas no se hace tan tedioso como una piensa en un primer momento. Además que se trata de una aventura gráfica con un grado de dificultad no demasiado elevado, ya que no tiene nada que ver con otro títulos de ese género donde uno se puede atascar en un momento determinado cuando llevas decenas de objetos en el inventario y has de saber cómo combinar distintos objetos entre sí (a veces de forma inverosímil) para luego hacer probaturas y ver en qué momento exacto encaja la utilidad de ese nuevo objeto. En Mata Hari nos encontraremos que todo esto no es problema, ya que por lo que he jugado hasta el momento, son pocos los objetos que llevamos y además no hay necesidad de combinar unos con otros y saber dónde coñe usar ese nuevo objeto resultante de la combinación de otros dos. Y me alegro de que sea así, porque si hoy en día diese con una aventura gráfica complicada (como alguna de las que jugué antaño) creo que la dejaría de lado en cuanto me quedara atascado en algún sitio donde no saber cómo continuar, porque con la de juegos chulos que tengo en la Xbox, no tengo necesidad de volverme gilipollas por una puta aventura gráfica. Así que como de momento el juego de Mata Hari no proporciona mucho quebraderos de cabeza a la hora de avanzar en la aventura, seguiré inmerso en él para llevar a buen puerto las pesquisas de esta buena moza como espía y bailarina exótica.
En definitva, se trata para mi humilde gusto de una divertida aventura con argumento bastante interesante, con un magnífico doblaje al castellano y una amplia variedad de situaciones y minijuegos (yo personalmente me estoy divirtiendo mucho jugándola, y sobre todo me recuerda mis tiempos mozos como «aventurero gráfico»).