Creo recordar que hace unos días comenté el hecho de que todo lo que viene avalado por la dupla Brubaker/Philips es digno de emitir babeos varios como con el Pornhub Premium. Por eso mismo, ni que decir tiene que cuando hace unos meses salió este tomo titulado Pulp me hice con él bajo gritos, lloros y alborozos similares a los de los críos esos que van de madrugada a la librería a hacer cola para comprar el Tokyo Revengers. ¿Y qué nos vamos a encontrar en este tomo?. Pues un historietón como la copa de un pino…
Pulp nos pone en el pellejo de Max Winters, un escritor pulp de la década de 1930 en Nueva York, que se verá envuelto en una historia de violencia muy similar a las que él guioniza y dibuja sobre forajidos del Lejano Oeste. Bajo esa premisa se desarrolla una historia en la que, por azares del destino, nuestro protagonista las pasará canutas cuando se las tenga que ver con ladrones de bancos, espías nazis y enemigos de su pasado. Mitad thriller, mitad reflexión sobre una vida de violencia, Pulp es una de esas historias que enganchan cosa mala y por la que todas las noches pongo velitas pidiendo al niño Jesús que se haga una película sobre esto con Clint Eastwood como protagonista. De lo mejorcito que he leído este año, con diferencia…