Blueberry fue el personaje que, hace ya unos cuantos años, me hizo darme cuenta de que había vida más allá del cómic americano. Todo fue cuando allá por el año 2004 estrenaron la bochornosa película basada en el personaje, por la cual la gente de Norma Editorial aprovechó para sacar una reedición de los álbumes de La mina del alemán perdido y El fantasma de las balas de oro. Y no sé por qué motivo, sin haber leído por aquel entonces nunca nada del personaje, me dio por pillarlo. El caso es que fue leerlo (sin haber sido nunca gran fan de género del Western) y pensar: «Jodó, cómo mola esto, ¿no?». Ello me dio pie a empezar a interesarme por el cómic de nuestro continente y descubrir a partir de entonces lecturas muy guapas más allá de los superhéroes…
El caso es que como hasta la fecha tenía varios álbumes sueltos de Blueberry, he decidido completar ya de una vez esta serie en condiciones y meterme en estos integrales que publicó Norma Editorial hace un tiempo. Así que hace unos días me hice con el primero de ellos y me reafirmo en la idea de que Blueberry es una de las putas mejores lecturas del noveno arte que uno se pueda echar en cara. Y eso que este tomo, que incluye los primeros álbumes de Fort Navajo, Tormenta en el Oeste y El águila solitaria, no son ni mucho menos lo mejor de la serie, pero aún así ya quisieran muchos de los cómics actuales ser tan divertidos y disfrutables como lo que uno se puede encontrar a lo largo de las páginas de este primer integral. Una de esas historias de rifi-rafes entre indios y vaqueros, con unos cuantos de estos últimos cercados en un fuerte en medio de la nada y donde nuestro héroe deberá emplearse a fondo para salvar la papeleta y evitar que todo ello desemboque en una matanza sin sentido. Lo dicho, que si eres como mi «yo» de hace unos años y no te despegaban del cómic americano ni con un puto palo, echa un vistazo a esto y descubre nuevos horizontes en el noveno arte que merecen mucho la pena…