Hoy queremos dedicar unas palabrejas a una de nuestras últimas lecturas cuya compra vino avalada, principalmente, por el mero hecho de ver el nombre de Rick Remender en la portada. Y es que el nombre de este guionista suele ser sinónimo de tío cumplidor, cuyas obras suelen dejar un buen sabor de boca cuanto menos. Y aquí se marcará una historia cuyo título hará honor al protagonista del cómic, pues se trata de uno de esos argumentos donde el destino de la humanidad va a depender del peor ser humano que os podáis echar en cara.
Y es que este cómic viene a ser algo así como una parodia de las películas de James Bond, donde un individuo llamado Ernie Ray Clementine, se inyectará accidentalmente un suero que le convierte en el más poderoso espía del mundo, aunque esos poderes solo se activan en su portador cuando te motivan pensamientos nobles y altruistas para usarlos. Pero claro, cuando eres un yonki cabrón, pervertido, analfabeto, soez y asqueroso, será muy difícil poder acceder a ellos. Todos esos elementos dan pie a un argumento que me ha resultado una especie de mezcla entre las macarradas «made in Millar» y el gamberrismo sádico y el hijoputismo a lo Garth Ennis. Todos ello hace de este cómic una historia divertida que te deja con ganas de conocer nuevas desventuras del gran Ernie Ray. Me ha gustado, qué coño…