¿Y qué os voy a contar yo a estas alturas que no sepáis ya sobre esta serie, chavales?. No me canso de repetir que todo lo que viene avalado por la dupla Brubaker/Phillips es digno de restregárselo por los pechotes cual gordaco que se restriega un bizcocho por los dientes. Un tomo que sigue ahondando en esta intrigante trama sobre un loser que, por azares del destino, se verá envuelto en la tesitura de tener que cometer una asesinato cada 30 días sobre alguien que lo merezca, si quiere seguir con vida…
Y es que si el primer tomo ponía las bases de todo este hilo argumental que engancha cosa mala, en este segundo la historia transcurre por unos derroteros muy similares en los que nuestro protagonista, Dylan, se empezará a ver con la mierda hasta el cuello y metido en situaciones bastante rocambolescas por esos asesinatos que se verá obligado a cometer. Y como es bien sabido, si acabas jodiendo a gente chunga, es difícil que puedas irte de rositas sin pagar por ello las consecuencias.
Kill or be killed es una de las mejores cosas que se pueden leer actualmente y más sabiendo que es una historia ya cerrada y publicada completa por estos lares. Lo recomiendo encarecidamente a todo tipo de lector porque no defrauda…