Debido a que pesa sobre mí una enorme fama de ser un tío vinagres que lee solamente cosas mierderas de ostias, terror, gore, zombies y elementos de ese jaez, de vez en cuando sorprendo a propios y a extraños con lecturas que, tal y como dice cierta antigua colaboradora de este humilde blog, son cosas para niñas adolescentes. Pues sí señores, recientemente he sorprendido al populacho con un cambio de tercio y me dio por pillarme este tomo publicado por La Cúpula, sobre el que había visto en alguna que otra ocasión buenas críticas en canales comiqueros de YouTube. Así que al final salió a relucir mi vena Marujil y decidí darle una oportunidad en mis compras del pasado mes…
Laura Dean me ha vuelto a dejar viene a contarnos algo así como que el hecho de salir con la chica más guapa, encantadora, divertida y popular del instituto no siempre es un camino de rosas. Y sino que se lo digan a su pareja, Freddy Riley, quien tendrá que sufrir en sus propias carnes la desesperante experiencia de acabar volviendo una y otra vez con una de esas personas que te deja y luego regresa de nuevo a ti a su antojo, por su propia conveniencia o interés. Ello da pie a una historia sobre las relaciones tóxicas con personas que solo saben provocar quebraderos de cabeza en sus parejas sin tener en cuenta el bienestar del otro. Esas relaciones donde uno de los componentes se vuelca en cuerpo y alma para que todo vaya lo mejor posible mientras el otro solo piensa en sí mismo y se toma la relación con la otra persona como un pasatiempo para echar el rato o simplemente hasta que se canse. Y, a veces, el hecho de dedicar tanto tiempo a tratar de hacer cambiar a esa otra persona para que madure y se tome las cosas en serio, puede provocar que uno se descuide y se aleje de las personas y de las amistades que verdaderamente sí merecen la pena y que realmente siempre van a estar ahí cuando necesites contar con ellas. Vaya joyita la Laura Dean, no me jodas…
Deberían quitarte el carnet de friki comiquero por leer moñadas como estas.
Pues es el cómic del verano después del de los perretes.