Hay veces en las que uno se lanza a comprar un cómic sin tener ni puta idea de su argumento solo porque la portada parece resultar molona. Y claro, ver la portada de este tomo te hace pensar que esto va a ser una historia de niños supervivientes en una especie de holocausto zombie o algo así. Pero tras haberlo leído he de advertir a potenciales lectores, que si tú también te habías imaginado algo como esto, la cosa no va por esos derroteros…
Bien es cierto que The Lost Boys sí es una de esas historias post-apocalípticas que en sus primeros compases me resultó una obra interesante con todo ese contexto de un virus que casi extinguió a la raza humana y tan solo una generación de niños, que permanecen escondidos como sombras, lograron sobrevivir. Incluso todo ese conflicto que mantienen estos niños con una raza de seres híbridos y con otra de robots también hace que la historia mantenga bastante interés hasta muy avanzada su lectura. Pero en la parte final me da la sensación de que alguien le dijo al autor: «¿A que no tienes cojones de hacer esto, esto y esto»…, y me le imagino respondiendo: «¿Que no?. Agárrame el cubata…» y al final se le pira mazo. Y es justamente esto lo que me ha sacado de la lectura, el hecho de que una historia que a priori era interesante acaba convirtiéndose en una puta paranoia de cojones que te deja rozando la catatonia. Por ello, no me ha convencido…