Una semana más os traemos la sección más seguida por nuestro público masculino. Nuestra voluptuosa mujerona de hoy se la dedicamos a nuestro gran amigo Elektra, que sabemos que vendería todos sus comics de Daredevil con tal de pasar una velada con tal pibón (y sus dos amigas). Como solemos decir siempre, agradecemos a nuestros amigos japoneses que sean unos pervertidos sin parangón y se inventen personajes de videojuegos con semejantes curvas para hacer las delicias de los adolescentes en pleno apogeo hormonal (y no tan adolescentes). Hoy os mostraré algunas imágenes subiditas de tono de uno de los personajes más queridos de Capcom: MORRIGAN AENSLAND, perteneciente a su juego de lucha Darkstalkers.
Para los que desconozcan esta saga de juegos de Capcom, y sobre todo al personaje del que vengo a hablaros, comentaré que Morrigan es un demonio de los denominados súcubos. Según la leyenda, un súcubo es un demonio con forma de mujer femenina que se dedica a seducir a varones con el propósito de absorberles su fuerza vital, y si la víctima tiene suerte, pues igual otras cosas más. Es normal entonces que estos demonios utilicen la forma de mujeronas llenas de curvas con tal de lleva a cabo tal pérfido objetivo (aunque si hay que morir, ésta muerte no debe ser tan mala, ¿no?).
El pose angelical de Morrigan no debe confundiros amigos, porque debajo de esa cara de niña que no se ha comido un colín se encuentra un demonio de muchacha que se ha comido cosas peores:
¿He sido yo?
Su tendencia demoniaca de caza hombres le lleva a subirse a sitios altos para tener más visibilidad en busca de su afortunada próxima presa.
Al próximo que pase le hago el salto del tigre
Aún siendo una cazadora impecable, a veces nuestra amiga Morrigan tiene que buscar alimento en otras partes:
Dinos Morrigan, ¿de qué tamaño te comes los bocatas de chistorra?
Como también suele normal, bendecimos a todos aquellos que se disfrazan de sus personajes favoritos, y si encima están tan jamonas como la Morrigan ésta, pues mejor que mejor, ¿no?
Bendito Cosplay
Morrigan en plena acción… ¡Quién fuera demonio!
Y por último, como sé que esta última imagen os ha dejado con el pantalón apretao, os dejo unas imágenes para que terminéis la faena, jaja.
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Por cierto, ¿qué fue de la Morrison?
Por ahí andará, comiendo bocatas de chistorra 🙂