Aparte de mi desmedida admiración por los Fruitis aprovecho también esta gran oportunidad que se me brinda para reconocer el hecho de que soy bastante dado a los cómics publicados dentro de la línea Made in Hell de Norma editorial. Y realmente simpatizo con este mencionada línea no sólo porque dentro de ella se publican tomos de diversa índole con una leve temática de terror en algunos casos, sino también por el hecho de que cierto día recién levantao me dijeron que parezco made in hell (y es por ello por lo que esta línea editorial me resulta tan simpática).
Y lo que suelo hacer casi siempre con estos títulos que publica esa mencionada editorial es echarlos un vistazuelo rápido allí en la tienda y si veo que así a primera vista me convence arramplo con él a lo Arteche y me lo pillo para degustarlo tranquilamente en casa sosteniendo un copazo de coñac entre mis (atentas chicas) suaves y aterciopelados dedos. Así que sin más dilación y gilipolladas vamos ya a ver qué cojones es lo que nos ofrece este inquietante Mundo de Tinieblas (uyuyuyui qué miedo)…
Pues lo que vamos a encontrar en Netherworld es al típico protagonista (Ray) que desde los compases iniciales deja buena cuenta de que se trata de uno de esos tipos duros con recursos, que se gana la vida dando caza a maleantes de poca monta o gente sobre los que pende sobre su cabeza una orden judicial (algo así como una especie de cazarrecompensas, vaya). Pronto recibirá cierto encargo de encontrar a una joven a la que busca mucha gente y que en un principio al pobre Ray no le quedará muy claro el porqué de tanto interés de ciertas personas en dar con el paradero de esa muchacha y llevarla ante ellos.
Y es que ciertamente se trata de uno de esos argumentos en los que el personaje protagonista acepta lo que a priori parece un encargo sencillo y poco a poco irá descubriendo que todo se va enrevesando cada vez más y más cuando entran en juego una serie de elementos misteriosos y oscuros, que para su desgracia se irán desvelando a medida que avanza la trama.
Es por ello que todo aquel al que pueda interesarle la lectura de este cómic le recomiendo que no hojee el típico texto de la contraportada en el que se dan algunas pinceladas del argumento, pues se disfruta más de su lectura sin tener ni zorra idea de él y sin saber en qué lugar se desarrolla toda la historia, con el fin de te pillen de sopetón ciertos giros argumentales que aquí acontecen.
A todo esto hay que añadir un guión de huidas constantes, persecuciones y tiroteos en los que se verá inmerso nuestro protagonista en todo momento con el fin de proteger a esa muchacha debido a la importancia que esta ha de desempeñar como elemento clave de cierta profecía (y hasta ahí puedo leer)…
En definitiva, Netherworld es un pasable cómic que sin ser nada del otro mundo mantiene más o menos el ritmo y el interés hasta llegar a su final sin provocar en el lector un pedazo de bostezo abriendo la bocaza en dimensiones similares a la del león de la Metro. Un cómic en el que el protagonista de turno buscará la redención por errores pasado, aderezado todo ello con un interesante dibujo de Tony Shasteen con ese estilo oscuro y sombrío muy acorde el tono de la historia. Para pasar el rato y poco más…