En este blog aparte de ser grandes devotos de Bruce Campbell, si hay otro tío al que admiramos ese es George A. Romero (tanto que incluso durante un tiempo estuvimos yendo a ver torear a Curro Romero en la época en la que creíamos que eran familiares). Y es que ver clásicos como El amanecer de los muertos o El día de los muertos cuando se es un impresionable jovenzuelo es normal que al final le acabe a uno impactando ese tipo de cine y poco a poco se le acabe cogiendo gran cariño a las películas chungas de serie B.
Así que cuando hace unos días me topé en la tienda con este cómic me lancé a por él a lo Arteche con solo ver la portada y el nombre de George A. Romero en ella. Ni siquiera necesité hojearlo para convencerme de su compra (así de facilón soy, tomad nota de ello, chicas). El caso es que este sábado en la sobremesa me senté a degustarlo como se merecía, vestido de gala y sosteniendo un copazo de coñac entre los dedos. Y es que no hay nada mejor para hacer la digestión que un cómic de zombies donde las tripas y las vísceras vuelan a tutiplén.
Antes de meternos de lleno en la reseña cual gigoló que ahonda en los bajos de una cincuentona, permitidme que os haga la recomendación de que veáis la película de La noche de los muertos vivientes antes de leer este tomo. Y digo esto porque este cómic es una precuela que revela ciertos datos sobre algunos personajes de la película, a la vez que introduce nuevas historias que tienen que ver con toda esa amenaza zombie que surge de buenas a primeras. Por cierto, merece la pena comentar a este respecto que hay dos versiones del film: la del maestro Romero del año 1968 y el remake del gran Tom Savini del año 1990.
El que haya visto ambas películas será sabedor de que son bastante similares, pero hay ciertos detalles que varían de una a otra en lo que se refiere a lo que les ocurre a algunos de los protagonistas. El cómic hace referencia a la versión del año 1968, por lo que personalmente os recomiendo que la echéis un vistazo antes de leer el tomo, ya que si veis el remake posterior habrá cosas que nos os cuadrarán y os dejarán un poco «piruletas».
Hago hincapié en esto porque es conveniente adentrarse en su lectura sabiendo quiénes son personajes tales como Ben, Harry Cooper o su mujer Helen, pues gracias a este cómic sabremos cómo narices acabaron encerrados en aquella granja perdida en la nada junto a otras personas y rodeados de zombies por todos lados intentando entrar en ella para merendárselos vivos.
Sin duda alguna, las historias del cómic que se centran en los personajes del film son las que personalmente me han resultado más interesantes, sin desmerecer tampoco a las historias protagonizadas por otros personajes que no aparecen en el metraje, pero que contribuyen a ahondar en la idea de cómo de chungo sería vivir un holocausto zombie de estas características. A este respecto destaco la historia de los jovenzuelos perdidos en medio de la nada con la que se abre el tomo o la dedicada a un tal Dr. Lewis Grimes, encargado de averiguar qué se esconde detrás del fenómeno de la reanimación de los muertos y qué los convierte en zombies devoradores de carne humana.
Por cierto, para los fans de la casquería fina comentaré que el cómic se adereza con un detallado dibujo repleto de toques gore y donde no se hacen miramientos a la hora de plasmar las escabechinas de la que son capaces estos putrefactos seres cuando se trata de «menear el hocico». En definitiva, Night of the living dead me ha parecido un muy entretenido cómic que gustará a los amantes de la serie B, y que agradará sobre todo a los fans de la peli del maestro Romero, pues realmente resultan curiosos todos esos detalles que se nos dan sobre algunos de los protagonistas, complementados por historias de otros personajes, que aunque no tienen nada que ver con el film resultan también interesantes. Por todo ello recomiendo su lectura si eres fan de este tipo de cine.
Coñe, ya me lo estás pasando 🙂
De hecho, me voy a hacer con esas dos grandes pelis, que haces siglos que no las veo y me voy a pegar una tarde palomitera la semana que viene 😀
Dos tristes comentarios