Otra de las cosillas que me he encontrado durante estos últimos días de ordenación estanteril ha sido esta colección titulada Out There. En mi caso particular, se trata de uno de esos cómics que empiezas a leer los primeros números con ganas, pero luego por azares del destino la dejas por ahí colgada a medias, y hasta pasado un tiempo no vuelves a interesarte por ella y la empiezas de nuevo por el primer número, y otra vez la vuelves a dejar colgada a la mitad (y así sucesivamente). Yo no sé la de veces que habré empezado a leerla y siempre la he dejado a la mitad, y no porque fuera una historia aburrida, sino porque hay algunos cómics que por la conjunción de planetas o por el motivo que sea acaba ocurriendo eso con ellos. Pero tengo que decir que esta vez he rescatado estos números del sueño de los justos y estoy decidido a leerlos del tirón y acabarla entera de una maldita vez. Sobre su argumento, hay que comentar que bien podría ser digno de cualquier película del género conocido como «terror adolescente», pues en ella vamos a encontrar el recurrido cliché de pueblecito americano aparentemente tranquilo donde de pronto empiezan a ocurrir fenómenos de lo más extraño (hay quien la compara con la película titulada «The Faculty»).
La historia arranca cuando cuatro adolecentes de instituto verán unidos sus destinos al percatarse de que los adultos (y practicamente casi toda la ciudad en que viven) han hecho un pacto con unos seres del inframundo para que les concedan deseos a cambio de sus almas. Como hecho curioso hay que destacar que esos cuatro protagonistas responden a los típicos estereotipos muchachiles de peli americana, pues veremos al típico nerd o tío raro que es objeto de las bromas y mofas de todos; la animadora guapa y popular, su novio capitán del equipo y la chica rara. Sólo una amenaza aterradora como la que ocurrirá en este pueblecito podría llevar a que los cuatro protagonistas aunen esfuerzos y compañerismo para poder salir airosos de esa oscura amenaza en la que se ven envueltos. ¡A ver si me la acabo de leer entera de una santa vez, coñe!.