PERSONAJES MOLONES VI: FAEMINO Y CANSADO

Desde hace tiempo quería dedicar un post a este par de «cracks» a los que considero, con diferencia, los mejores humoristas que ha dado este país. Recuerdo que empecé a saber de ellos a raíz de un programa que echaban a principios de los 90 y que creo recordar que se llamaba «Cajón desastre»…; solían tener apariciones esporádicas a lo largo del programa con sketches bastante divertidos y muy vacilones. Pero cuando realmente me empezaron a encandilar fue a raíz de un programa que hicieron por el año 94/95 llamado «El orgullo del tercer mundo». Una calurosa noche veraniega, allá por la medianoche, tenía la tele puesta y recuerdo que haciendo zapping me encontré de casualidad con este programa.

Ni que decir tiene que me partí la caja como un tío y ese programa se convirtió ya en todo un clásico de las noches veraniegas de los martes o miércoles (no recuerdo el día concreto de la semana en el que lo echaban). En ese programa dejaron destellos míticos como las geniales apariciones de «los hermanos Benitez», los distintos sketches del doctor y el paciente, con esa genial parodia del Silencio de los corderos, y sobre todo aquella famosa frase de «que va, que va, que va…, yo leo a Kierkegaard». Pero sin duda alguna, lo mejor era el homenaje al final de cada programa dedicado a sus tíos abuelos Arroyito y Pozuelón. Esos chistes finales eran un verdadero broche de despedida, donde quedaba patente la genialidad de estos dos humoristas.
Yo siempre he dicho que la grandeza de este par de cómicos radica en ese humor absurdo con el que pueden estar dialogando minutos y más minutos sin llegar a cansar y ser realmente tronchantes. No son los típicos humoristas que se limitan a imitar a famosos o a contar chistes en plan «Eugenio», sino que profesan un tipo de humor fresco, original y realmente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver a los sempiternos humoristas de la tele. Ahí han dejado para la posteridad pequeñas joyitas como el chiste del Arzobispo de España, el chiste del águila, el chiste del Porsche, el chiste de los rayos-x…, y muchísimos más. Es realmente cojonudo verlos desvariar en todas y cada una de sus actuaciones, y sobre todo por ese puntito de originalidad que han aportado al mundo del humor con esa forma de contar chistes alargándolos durante minutos y más minutos, donde lo realmente divertido eran sus desvaríos a lo largo del chiste hasta llegar a un colofón realmente gilipollesco. Y es que tengo que reconocer que son los únicos humoristas que me han encandilado lo suficiente como para ir a verlos en directo. Los vi cuando actuaron hace unos años en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid…, y también en alguna de sus actuaciones en la sala Galileo. Pero el más grato recuerdo que guardo de sus números en directo fue cuando vinieron hace unos 3 ó 4 años a actuar a la fiestas de San Fernando de Henares. Actuaban un sábado por la noche, y me acuerdo que ese día yo tenía partido con el Viejas Glorias…; tras acabar de jugar empecé a tantear a estos del equipo para ver si se venía alguno a verlos. Todo se hacían los suecos y los que no, ya habían quedado para salir por ahí con sus respectives. Así que me dije «qué demonios»…, cogí y me piré a verlos yo solo. Joder, los mejores 12€ invertidos en mucho tiempo…, lo que me pude reir con las casi más de 2 horas de espectáculo con mayúsculas.
Así que por su humor descacharrante, por ser unos auténticos fueras de serie, por los buenos ratos y las risas que me han hecho pasar y por ser los únicos humoristas que me han hecho reir a carcajada limpia, les dedico este post y espero que nos sigan haciendo disfrutar de su refrescante sentido del humor durante más añazos.