Hoy voy a estrenar una seción dedicada al arácnido, en la que ofreceré imágenes en exclusiva de cómo un pardillo como Peter Parker puede tener esa suerte loca en lo que a mujerones se refiere. Como todos sabéis, cuando el bueno de Peter era un muchachuelo respondía al estereotipo de chico raro, empollón y más bien pardillo, al que las chicas no le correspondían. Era además un jovenzuelo que vivía con su tía, al que sus compañeros del instituto le perreaban día sí y día también, y que además la chica que le gustaba apenas le hacía caso. Sin embargo, si algo ha caracterizado al bueno de Peter es que con el tiempo fue sacando su fuerza bruta como ligón y se le han conocido romances con pivones que otros héroes más apuestos no se imaginarían ni en sus mejores sueños. Sin duda alguna, merece la pena dedicar la primera imagen de esta nueva sección a la pelirroja por excelencia, cuya belleza justifica su carrera como actriz y modelo. Y es que el bueno de Peter Parker debe de tener un encanto y un gracejo innato para liarse con semejantes jacas.