No me importa cantar a los cuatro vientos (gritando incluso como si un lapón me estuviera mordiendo los huevos) que estoy hasta el ojete del puto verano. Y es que ya no soporto estos calores y estos sudores con los que parece que uno viene de jugar un partido con prórroga en Maracaná por el simple hecho de estar sentado tranquilamente en el sofá de casa. Así que amiguitos, qué mejor forma que tratar de combatir el sofoco veraniego que tomándose una pitusa-cola mientras ves una peli de gente chapoteando en el agua como si fueran focas del circo Price.
Además que esta película también puede servir de moraleja para que si durante estos días de calorazo vais a daros un chapuzón a algún sitio, convenzáis a alguien para usarlo a modo de cobaya y que sea él quien primero se meta a catar el agua (y si veis que no hay nada que le pegue un «bocao» y le arranque la cabeza ya podéis meteros vosotros tranquilamente a mojaros el hocico sin miedo alguno a salir hechos carne picada como la de las hamburguesas chungas del McDonald).
Piraña 3DD es la segunda parte de aquel film estrenado en el año 2010 en el que un grupo de estos bicharracos armaban una escabechina muy seria en cierta fiesta acuática en el lago de un apacible pueblecito repleto de jovenzuelas de buen ver y de chulazos piscineros. En los momentos iniciales de esta cinta se hará un pequeño recordatorio de los trágicos sucesos de esa 1ª parte en el Lago Victoria. Así que tanto si no has visto la entrega anterior como si ya apenas te acuerdas de ella debido a que el alzheimer te gana terreno, ese pequeño croquis inicial vendrá de perlas para ponernos en situación.
De todas formas, este largometraje viene a ser más de lo mismo, pues cuenta con una premisa argumental muy similar a la de la primera parte, donde veremos cómo un grupo de jovenzuelos descubren que casi un año después esa amenaza «pirañil» ha vuelto a aparecer y deberán hacer lo posible para evitar una escabechina muy seria debido a la irresponsabilidad de un gilipollas preocupado sólamente en ganar dinero con el pedazo de parque acuático que acaba de montar.
Leyendo el párrafo anterior muchos os preguntaréis qué cojones tiene que ver un parque acuático con unas pirañas, a lo que no me enorgullece nada responder que esta vez esos feroces pececillos se han ido haciendo más listos y básicamente han descubierto la forma de colarse en ese lugar. Así que si eres de los que frecuentan piscinas ten cuidado a la hora de ver esta película, porque lo mismo te crea un trauma y se te quitan de un plumazo las ganas de volver a pisar una por las escabechinas piscineras que presenciarás en este film.
Y básicamente este largometraje tiene poco más que comentar, pues nuevamente esto será un desfile de niños guapitos cachitas y de tiazas con las tetas más gordas que la cabeza que sufrirán en sus carnes los «bocaos» de estos hambrientos seres hasta dejarles en los huesos. Por supuesto no faltarán viejos rostros conocidos de la primera parte (Christopher Lloyd y Ving Rhames) y otros nuevos como el de Gary Busey y David Hasselhoff, que si este hombre ha quedado ya para rodar este tipo de papeles entonces está bastante jodido. Es una pena ser partícipes del hecho de que con lo que ha sido este tío y para lo que ha «quedao»…
En definitiva, Piraña 3DD es un film sólo recomendable para quien haya visionado la primera parte y no le desagradara demasiado, pues básicamente es todo muy similar, sólo que esta vez la trama acontece en un parque acuático en lugar de en un lago. Eso sí, es bastante menos intensa, menos gore y mucho más floja que la anterior, pero siguen saliendo tetámenes de aupa (así que todo lo demás es perdonable). La disfrutarás más si la ves reunido con tus colegas ahí «to emporrao» en una tarde de aburrimiento…