El 28 de mayo de 1959, los Estados Unidos lanzaron su último cohete al espacio. Sus pasajeros eran un macaco llamado Able y una saimiri llamada Baker. El 3 de noviembre de 1957, menos de dos años antes, la Unión Soviética lanzó el Sputnik 2 con la perra Laika a bordo. La URSS informó de que Laika no llegó a órbita. Los Estados Unidos comunicaron que Able y Baker murieron apenas llegaron al espacio. Como consecuencia, las carreras espaciales de ambas potencias mundiales fueron abandonadas. Sin embargo, lo que realmente pasó es que los animales no murieron… se los llevaron. Y ahora van a regresar a casa.
En los últimos años, la dupla formada por Jeff Lemire y Andrea Sorrentino se ha convertido en uno de los equipos colaborativos más prolíficos y emocionantes del cómic americano contemporáneo. Ahora en esta nueva obra llamada Primordial , los dos exploran la ciencia ficción e historias alternativas; tenemos, pues, una aventura que seguramente impresionará a los fanáticos de esta pareja, así como a cualquiera que busque una buena historia de género fantástico.
En esta ocasión nos encontramos una historia (aparentemente) simple, pero igualmente muy atractiva y construida sobre una premisa intrigante, amén de un núcleo de fuerte carga emocional; Lemire juega continuamente con nuestros conocimientos relacionados con el espacio y el tiempo, contando además con una de esas conclusiones brillantes donde nunca sabremos realmente lo que sucede al final. De esta forma se permite al lector pensar en las posibles resoluciones y lo que significa todo.
Andrea Sorrentino vuelve a hacer gala de un dibujo magistral, saltando a través de una cuadrícula consistente de seis viñetas pasando por diseños de página experimental, que ya es marca de la casa. Sin lugar a dudas, sus viñetas seguramente son de lo más atractivo y potente que podrá verse este año en el medio.
A pesar de lo surrealistas que son algunas de estas escenas espaciales, el artista italiano captura la vida emocional de los tres animales protagonistas y es capaz de representar una sorprendente gama de emociones que ayudan al lector a desarrollar una conexión especial con los personajes; En definitiva: Una nueva muestra maestra de perspectiva, teoría del color, resolución gráfica y geometría que asombra al lector (con la estimable ayuda del gran colorista Dave Stewart). La edición de Astiberri en cartoné sigue los estándares habituales de calidad a los que ya nos tienen acostumbrados.
En definitiva: Primordial es completamente entretenido y lo suficientemente bien elaborado como para recompensar múltiples lecturas.
Por Francisco José Arcos Serrano