La verdad es que desde que el bueno de Garth Ennis dejó de escribir sus peculiares guiones para esta colección, un servidor no había seguido de forma muy apasionada los tomos posteriores a la marcha de éste. Bien es cierto que ha habido historias bastantes pasables y decentes, pero es que a mí personalmente me gusta la impronta que el insigne irlandés deja en sus cómics. Así que este mes me compré el tomo 13 de Punisher de la línea editorial MAX sin esperarme de él gran cosa. El caso es que tengo que reconocer que la historia que firma el guionista Victor Gischler me ha sorprendido de una forma más que grata. Se nota que este tío es un prolífico escritor de novela negra, porque aquí se marca una historia que, sin ser nada que no se haya visto ya, se lee de una forma que te mantiene enganchado hasta el final. Y es que el guión se puede asemejar al de películas como Km 666, La Matanza de Texas, Wolf Creek o La Casa de los 1000 Cadáveres, pues en él se recurre al cliché de esos films de un paraje perdido en el culo del mundo (en este caso una estación de servicio perdida en el borde de los pantanos de Lousiana), donde se encuentra oculto un mundo de horror indescriptible.
De esta forma, veremos cómo el bueno de Frank y un grupo de chavales jóvenes que también viajan por esas carreteras secundarias, se verán atrapados en una auténtica pesadilla ante la peculiar familia que habita junto a esa mencionada estación de servicio.
Hay que reconocer que el cómic no se corta a la hora de mostrar todo el horror y la depravación de la que son capaces los habitantes tan desagradables de ese pantano, que dejará a más de uno diciendo: «Joder, pero cómo se pasan estos tíos, ¿no?». Pero sin duda alguna, lo mejor de todo el tomo es el poder ser partícipes de cómo una cosa es tratar de putear a un grupo de jóvenes asustadizos, y otra cosa muy distinta es tratar de joder a Frank Castle (que además contará con un inesperado aliado). Y es que el bueno de Punisher no deja de ser un asesino, un cabronazo muy duro y sobre todo una perfecta máquina de matar bien entrenado para cualquier tipo de situaciones, así que os podéis imaginar lo perplejos que se quedarán los sangrientos habitantes de ese pantano cuando vean que esta vez han tratado de joder a la persona equivocada. Así que no puedo más que recomendar la lectura de este cómic, sobre todo a los que hubieran perdido la esperanza en las historias de Punisher dentro del sello MAX (aunque lo recomiendo también a todos los que les guste el tipo de pelis mencionadas un poco más arriba, porque el argumento va en ese estilo).
Hay que reconocer que el cómic no se corta a la hora de mostrar todo el horror y la depravación de la que son capaces los habitantes tan desagradables de ese pantano, que dejará a más de uno diciendo: «Joder, pero cómo se pasan estos tíos, ¿no?». Pero sin duda alguna, lo mejor de todo el tomo es el poder ser partícipes de cómo una cosa es tratar de putear a un grupo de jóvenes asustadizos, y otra cosa muy distinta es tratar de joder a Frank Castle (que además contará con un inesperado aliado). Y es que el bueno de Punisher no deja de ser un asesino, un cabronazo muy duro y sobre todo una perfecta máquina de matar bien entrenado para cualquier tipo de situaciones, así que os podéis imaginar lo perplejos que se quedarán los sangrientos habitantes de ese pantano cuando vean que esta vez han tratado de joder a la persona equivocada. Así que no puedo más que recomendar la lectura de este cómic, sobre todo a los que hubieran perdido la esperanza en las historias de Punisher dentro del sello MAX (aunque lo recomiendo también a todos los que les guste el tipo de pelis mencionadas un poco más arriba, porque el argumento va en ese estilo).