La tercera parte de la saga de Riddick ha llegado ya a nuestras pantallas. Te desvelamos todo lo que hay que saber sobre ella, y nos mojamos como pocos a la hora de criticarla para bien o para mal. Pero antes que nada he de avisar que revelaré detalles sobre ‘Las crónicas de Riddick’ (2004), la segunda entrega, que pueden arruinar su disfrute a todos los que aún no las hayan visto. El que avisa no es traidor…
Riddick es el líder de los necróferos porque, según sus costumbres, te conviertes en dueño de lo que matas, y él eliminó a su antecesor casi sin despeinarse. Apenas tendrá tiempo de disfrutar de todos los lujos y placeres inherentes al cargo, ya que es traicionado y abandonado en un planeta desierto. A pesar de las dificultades que encuentra por el camino, llegará a una pequeña base desierta donde activará una baliza de emergencia. La señal atraerá a dos equipos de cazarecompensas deseosos de cobrar la jugosa suma que se ofrece por la cabeza (literalmente) del furyano. Lo que ellos no saben es que en ese planeta les espera algo incluso más peligroso que el propio Riddick.
En esta tercera entrega de las aventuras espaciales del criminal Richard B. Riddick, repite el dúo Vin Diesel y el director David Twohy como en todas las anteriores. Tras ver la cinta la primera idea que me vino a la mente fue suicidarme. No, ahora en serio, sí pensé que en la industria del cine hay quizá una mayor falta de ideas que en los videojuegos. El principal argumento está en la gran cantidad de películas basadas en cómics, juegos, series de televisión, etc., en los últimos años. Y parece que la moda va para largo.
Digo todo esto porque el argumento de esta tercera parte es excesivamente parecido al de la primera, parece una vuelta a los orígenes que dieron el éxito al personaje. Ello no implica que estemos ante el truño del año, ni mucho menos, porque hasta final de año habrá muchos otros candidatos que reúnan los suficientes méritos para hacerse con tan preciado título. Pero la falta de originalidad en muchos aspectos se deja sentir, siendo precisamente ese soplo de aire fresco en el género lo que salvó a ‘Pitch Black’ (2000) de acabar directamente en el videoclub, sin estrenarse en cines como Diox manda. Y ahí está como una película de culto para muchos, incluyendo a un servidor.
No obstante, a pesar de sus muchos defectos por todo lo mencionado anteriormente, ‘Riddick (2013)‘ es una película entretenida, o incluso bastante entretenida. Mezcla con habilidad los momentos de calma con los de acción pura y dura, junto a esa pizca de suspense que te deja un buen sabor de boca. Además sale Jordi Mollá, no se puede pedir más, aunque sólo esté al nivel de la segunda parte y a años luz de la que abrió la saga hace ya casi 15 años. Resumiendo, espectáculo para pasar un buen rato en el que podremos ver de nuevo al prepotente, sarcástico y fantasma de Riddick. Parece el hermano gemelo de Duke Nukem. Y además el final parece abierto para otra película. Pero no puedo contar más…