Todo aquel que se sofoque, se hiperventile o que ponga un rictus de acojone en su cara por el hecho de ver mezclado al mejor detective del mundo con vampiros chungos, que se tranquilice y se acuerde que a este buen mozuelo ya le vimos codeándose con el bueno de Drácula (ver reseña aquí) o incluso con zombies (en esta otra reseña). Así que nada de escandalizarse por el hecho de ver al ‘pipas’ este envuelto en una aventura con vampiros de por medio, pues de vez en cuando no viene mal adentrarse en una lectura que combine a los grandes mitos de la literatura victoriana con la temática fantástica y de terror.
Holmes con unos colegotas
Y nos estamos refiriendo al tomo titulado Sherlock Holmes y los vampiros de Londres, el cual se ambienta en Mayo de 1891, cuando supuestamente Sherlock Holmes ha muerto cayendo al vacío desde las Cataratas de Reichenbach mientras se enfrentaba a su mayor adversario, el profesor Moriarty. O al menos eso es lo que ha publicado la prensa. Pero, en realidad, el detective sigue vivo e intenta aprovechar la falsa noticia para alejarse de las investigaciones y viajar por el mundo. Pero no todos se han tragado el engaño y menos aún si se estamos frente a algo diferente a un simple ser humano. Mientras Holmes se halla en París se verá repentinamente asediado por un grupo de vampiros londinenses. ¿Quién los habrá hostigado en su contra?. Misterio, acción y aventura en un volumen imprescindible para todos aquellos apasionados del thriller victoriano.
Ole ahí la portadita guapa
Así que ya sabes friki, si eres dado a las historias detectivescas con bichas feas metidas de por medio no deberías dejar pasar esta novedad que nos traen la muchachada de 001 Ediciones. La verdad es que mala pintaza no tiene, pero lo que sí le puede echar a uno un poco para atrás es el precio, pues de trata de 96 páginas por 19,50€, con lo cual resulta cara de cojones. Pero si tú eres un nuevo rico o eres muy fan de este tipo de historias y te pasas el precio por el forro de los huevos ya tienes una lecturaza con la que amenizarte una tarde.