Desde hace poco he tomado la determinación de que si tengo que hacer un regalo a alguien ya no hago la jodía mariconada esa de darle el dinerazo y decirle ahí alegremente que se compre lo que le salga de sus santos cojonazos, sino que ahora directamente me la juego regalando un buen cómic (ahí con un par). Digo esto porque hace un tiempo fue el cumpleaños de una compi del curro, y como nunca está de más tener un detallito con la gente, aproveché para regalarle algún cómic que se pudiera adaptar a sus gustos.
Y como a esta muchacha no la desagradan temáticas como la intriga y el misterio, decidí pillar en su día este cómic titulado Silverfish, pues tiene una mezcla de ambos géneros por igual. Eso sí, seguramente que a primera vista a muchos os sonará a título de película chunga de James Bond, pero ni mucho menos van por ahí los tiros. Se trata de un cómic de la línea Vertigo, que como sabéis viene a ser un sello perteneciente a DC comics destinado a un público más adulto (que no adúltero), por el hecho de tratar unas temáticas más controvertidas o por su contenido de violencia explícita. Pues bien, en este cómic estarán muy presentes tanto lo uno como lo otro…
La historia tiene como protagonista principal a Mia Fleming, una joven quinceañera desclasada socialmente desde que su madre muriera demasiado pronto. Como suele ocurrir en estos casos, la joven Mia no ve con buenos ojos a su madrastra (Suzanne), con quien no tiene ni mucho menos lo que se dice una buena relación.
Precisamente con el ánimo canallesco de fastidiarla, un fin de semana que ella y su padre han aprovechado para hacer una escapada, decide cotillear entre las pertenencias de su nueva madre y averiguar un poco de ese pasado que adivina escabroso. Lo que no podía suponer era hasta qué punto se cumplirían sus expectativas: una maleta llena de dinero, un cuchillo ensangrentado y una misteriosa agenda resultan ser un misterio que Suzanne tanto empeño había puesto en ocultar. Dispuesta a llegar al fondo del asunto, Mia empezará a llamar uno por uno a todos los nombres de la libreta de direcciones en busca de información, desatando una auténtica pesadilla de la que no será consciente hasta darse de bruces con ella.
Todos estos elementos componen una historia que sin ser una maravilla del noveno arte, hay que concederle el mérito de ser un más que decente thriller, que cumple perfectamente su función de mantener todo ese halo de misterio y de suspense hasta el final de la historia.
Así que si eres dado a los cómics de género negro tipo guión de película de Alfred Hitchcock, no estaría de más que echaras un vistazo a Silverfish si te topas con él entre los saldillos de tu tienda. Un cómic con buen ritmo, que mantiene en todo momento las cotas de tensión y aderezado por el estilo de dibujo de David Lapham, con unas viñetas con una gama de blanco, negro y grises que contribuyen a que el lector se meta de lleno en esta historia de género negro como si de una película de esas características se tratase.