Seguro que la mayoría de vosotros salís a la calle muchas veces muy alegremente sin llevar el DNI ni «ná». Pues bien, para todos aquellos insensatos que hacen esto (entre los que me incluyo, por supuesto) os recomiendo que echéis un vistazo a esta película. Ciertamente había oído de ella muchos comentarios que decían que es uno de esos films que pasan desapercibidos por la cartelera, pero que supone una grata sorpresa para todo aquel que entra a verla sin esperarse gran cosa de ella.
Así que ayer me dispuse a echarla un vistazo movido no sólo por ese comentario anterior, sino también porque Liam Neeson me parece un tío de los más competente y su presencia en un film ya garantiza ciertas cotas de calidad. Además que cuenta con el incentivo añadido de dos buenas potrancas como son January Jones (la Emma Frost de X-Men: Primera Generación), y la guapa Diane Kruger (que os sonará no por ser la hija de Freddy, sino por haberla visto en películas tales como Troya o la inquietante Malditos Bastardos).
Comentando un poco el meollo de Sin identidad hay que decir que nos pone en el pellejo del Dr. Martin Harris, quien llegará a Berlín acompañado de su mujer para una ponencia sobre biotecnología. Sin embargo, mientras la «parienta» se está registrando en el hotel nuestro protagonista se percata que ha olvidado algo importante en el aeropuerto y coge un taxi para ir de nuevo hacia allá, con tal mala suerte que sufre un accidente de tráfico, se da un tremendo golpe en la cabeza y ello le provoca pasar unos cuantos días en coma. Cuando despierta tiene ciertas lagunas en la memoria, y aunque sí recuerda su nombre y quien es él aún hay muchas cosas que están confusas en su mente. Como su mujer no ha dado señales de vida durante el tiempo que él ha estado en coma decide salir del hospital e ir a buscarla al hotel donde se hospeda. Consigue localizarla en ese hotel donde se aloja, pero cuando se dirige a ella dice no conocerle de nada, y que aunque está casada con Martin Harris esa persona ni mucho menos es él.
A partir de aquí el film entra en unos derroteros bastante interesantes por toda esa incertidumbre que crea en el espectador, haciéndonos estar tan perdidos y confusos como el protagonista y no saber si todo es producto del tremendo hostiazo en la cabeza y del consecuente coma, o si realmente alguien está «jugando» con él. Sin duda alguna, este tramo de película en el que se juega al despiste y a la confusión con el espectador es el más inquietante, ya que nos hace dudar seriamente sobre si el hecho de la pérdida de la memoria y de su identidad son fases de su estado de recuperación o si realmente alguien le ha suplantado su identidad mientras estaba en el hospital.
A este respecto, he de comentar que esta parte del film me recordó un poco (salvando las distancias, por supuesto) a ese clasicote que es Desafío Total, en el sentido de la incertidumbre que se crea a lo largo de todo el metraje de no saber si todo lo que le está ocurriendo a Schwarzenegger en esa peli era realidad o un simple sueño. Pues en Sin Identidad se «jugará» a algo parecido por el hecho de sembrar también la duda en el espectador sobre las vicisitudes que le están ocurriendo al protagonista (incluso ahora que estoy escribiendo esto me viene a la cabeza la idea de que esta película me recuerda también un poco al film de Ben Affleck titulado Paycheck).
Lo que está claro es que este film sabe trasmitir al espectador el estado de paranoia y de confusión del protagonista, y tiene momentos en los que cuando uno cree estar convencido de que todo es sólo una ida de olla del pobre Martin Harris, nuevamente empiezan a pasar cosas que a uno le hacen dudar otra vez.
En definitiva, Sin Identidad me ha resultado una muy interesante película, sobre todo en lo que es su primera mitad, por la forma en la que mantiene el interés del espectador por todo lo que le está ocurriendo al protagonista. Sin duda alguna, se trata de un frenético thriller repleto de intrigas, tejemanejes, urdidas maquinaciones y algún que otro giro sorpresivo (aderezado todo ellos con buenas persecuciones automovilísticas por las calles de Berlín). Si no la has visto no estaría mal que la echaras un vistazo, pues además, como he dicho al principio, te quitará la ganas de salir a la calle indocumentado.