Ciertamente la compra de este tomo, que ha salido este mes como una de las novedades de Norma editorial, ha sido un caprichazo de coleccionista que me he dado, pues el material que recopila ya lo tenía yo por ahí en mi comicteca cuando fue publicado hace ya unos añitos por Dolmen editorial en un par de tomos. Lo que pasa es que como soy muy friki, me hacía «ilu» tenerlo recopilado en esta lujosa edición en tapa dura, pues como he comentado en bastantes ocasiones, soy un ferviente admirador de casi todo lo que guioniza Garth Ennis.
Una vez más el tío más gamberro del mundo de los cómics vuelve a hacer uso de un argumento en el que la sátira religiosa es la principal protagonista (tal y como pudimos ver en su aclamada Preacher), y donde la violencia exagerada y su peculiar humor negro estarán también muy presentes. En esta ocasión nos meteremos en el pellejo de otro de sus antihéroes, encarnado esta vez por un peculiar peregrino que parece traer la desgracia y el mal fario a todo aquel que tiene la mala suerte de cruzarse en su camino. Y es que hay que leer el cómic para llegar a entender lo sumamente «tarao» que puede llegar a estar nuestro protagonista.
El contexto de la historia nos sitúa en un mundo post-apocalíptico (muy parecido al de Mad-Max), ocasionado no por culpa de ninguna guerra ni por culpa del ser humano, sino por un desastre natural a través del cual el sol ha ido aumentando su tamaño paulatinamente y ello ha provocado un calentamiento brutal que ha acabado con el 97% de la población del planeta, ha desecado por completo mares y océanos y ha dejado un desesperanzador paraje desértico en el que los supervivientes que quedan sobreviven como pueden. Por si esto fuera poco, este cambio radical en el clima y la extrema cercanía de los rayos del sol han provocado también la aparición de monstruosas nuevas especies y peligrosas mutaciones en las que ya había. Como es de suponer, en un mundo así proliferan sobre todo grupos de la peor escoria y calaña que os podáis imaginar, donde impera únicamente la ley del más fuerte y el hecho de apropiarse de los escasos recursos que quedan a través de la violencia más radical.
El lugar que ocupa nuestro protagonista en todo este contexto desesperanzador es el de un simple peregrino que vaga por el mundo (concretamente a través del desierto que antaño era el océano atlántico) extendiendo la palabra de Dios ante tanto pagano y pecador que prolifera en un mundo como este y dando esperanzas a los grupos aún civilizados que necesitan desesperadamente un héroe. Ciertamente la primera aparición que tiene este peregrino en los instantes iniciales del cómic ya le deja a uno con la sensación de que se trata de un pobre loco que está más «pa allá que pa acá», y sobre todo impacta por el hecho de la extrema violencia de la que hace gala siendo un hombre religioso, pues verdaderamente es auténtico «infierno con patas». Desde luego que todo esto tiene su explicación cuando se nos cuenta hacia mitad de la historia el pasado de este personaje, sin duda alguna un origen «made in Ennis» con el que nos queda realmente claro porqué este pobre hombre está tan sumamente desequilibrado y el porqué de sus actos tan radicales en nombre del todopoderoso.
Realmente el cómic está plagado de momentos que harán las delicias de todos los seguidores del insigne guionista irlandés, cuya labor se ve acrecentada por el magnífico dibujo de Carlos Ezquerra (co-creador de Juez Dredd), y al que veremos hacer gala de su magnífico estilo gráfico duro y realista, que le viene de perlas al tono de la obra. Ciertamente, las dos historias recopiladas en este tomo (Solo un Peregrino y su secuela titulada El Jardín del Edén) suponen una más que entretenida historia autoconclusiva que viene a ser una mezcla de western, mucha acción, monstruos mutantes y salvajismo sin límites, y que sin duda alguna hará los delicias de todos los seguidores del peculiar estilo de Garth Ennis. Personalmente me quedo con la escena de la presentación del personaje en la que a la pregunta de «¿Quién es usted?» responde aquello de «¡Solo un peregrino, señora… Solo un peregrino»!. No os hagáis los remolones y echadlo un vistazo.
Acabo de leerme la primera historia (me falta la del Eden) y joder, me he quedado cartulina con lo pirao que está el tío.
Me ha gustado mucho. Esta noche me termino el tomo 🙂
Es que los guiones de Ennis molan por las burradas que mete
«Solos tú y yo señor, solos tú y yo» 🙂